jueves, 27 de septiembre de 2007

compro el tiempo y el espacio


El señor (sin mayúsculas por favor!) estacionó su modesto pero bien cuidado autito azul en el centro. Hacía mucho que no visitaba Trelew, las ciudades siempre le habían dado un poco de miedo, o capaz no miedo pero ese nosequé que les agarra a todos los señores de pueblo de los cuentos.
Estacionó reglamentariamente frente al Trelew Tennis Club, tan distinto ahora con sus toldos de color, sus mesas afuera y sus chicas vestidas de colores de primavera comiendo pizzetas calintes. %o centímetros del de adelante, 50 del de atrás y 20 del cordón, todo un chiche.
Se bajó despacito, aunque ese día, justo para él, no corrie ael usual viento huracanado.
Se quedó mirando a una chica, una chica con chaleco naranja, naranja fuerte que lo hizo pensar en la moda y otras liviandades... alberdi...
La chica naranja fuerte iba caminando directa directamente hacia él con una riñonera cruzada en el pecho y una cara de viento que no sopla.
-buenos días señor
-buenos días señorita ¡qué lindo día tenemos hoy!
-si bueno, ¿cuanto?
-cuánto qué?
-cuanto se va a quedar...
-y... unas horas pero...
-¿unas? ¿dos?¿tres?
-y... es que no se... no pensé bien porque quería...
-le doy tres, cuatro palelitos?
-¿papelitos?
-si, horas
-¿tres cuatro horas?
-si, horas, omé tres y después me avisa cualquier cosa
-pero...
-para estacionar el auto señor...
-usted me vende horas de... ¿tiempo?
-si, tres horas. uno cincuenta por favor.
-por tres horas? ¿eso vale el tempo?
-acá vale eso el tiempo, en Madryn es u poco más caro
-¿el tiempo de los madrynenses vale más?
-si, si, tome
-Usted me vende horas ¿no? entonces... ¿cuantas horas tiene mi día?
-y... haciendo las cuentas... ¡veinticuatro horas señor! ¿cuántas si no?
-pero entonces no me vende nada...
-horas, horas de estacionamiento
-y yo puedo hacer lo que quiera en esas horas?
-si...
-¿todo?
-y... matar, robar, no la verdad que no...
-no claro, eso no... pero ¿y lo demás?
-puede saltar arriba del semáfoto si le da la cadera... uno cincuenta por favor.
-pero...
-uno cincuenta, gracias
-no, pero...
-mire. Está llegando gente, ¿sabe una cosa? yo le regalo tres horas y usted las usa como quiera, para lo que más le guste...
-pero nena---
- y después le pregunta a alguien, con mucha paciencia, de que se trata esto ¿si? Buenos días
-no nena, no, ¡nena!
El señor se quedó quieto. Le acababan de verder tiempo, ¡tiempo! ustedes saben lo que es eso?
Ahora se vende todo pensó, hasta el tiempo se vendía en Trelew... primero espacio...después tiempo.
Mejor, volver al pueblo


(hoy me quiero más)



El viento nunca había soplado así
así de fuerte
de sucio
y justo les tocaba llevar pollera
soplaaba, soplaba
primero se llevó la pollera,
después las piernas y,
poco a poco, se la llevó toda
pero bueno, un cuerpo más, un cuerpo menos
en s caso, lo que importa no es el embase.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si su alma tenía forma de reloj, seguro que la ví moviendo un péndulo gigante abajo del agua cuando tenía 14, y sin querer conoci el mar (Dios, esas cosas no se cuentan! pero es loco, primeras veces de cosas a las que uno no les da importancia)