Suena el teléfono y Lucía levanta, todo muy novelesco. Es Lucía la que llama, la abuela de Lucía.
Dice la abuela Lucía que su madre, Lucía, ha muerto esa misma mañana. Que le avisen a la madre dice, que se llama Gabriela, no Lucía.
La más joven de las Lucías pregunta a su abuela si necesita algo, que cómo está, pero son todas preguntas inútiles ante la muerte de la mayor de las homónimas, la primera, que había venido desde Italia a poblar nuestro país de personas con nombres musicales.
Corta el teléfono la ahora segunda de las tocayas y le avisa a su hermano, que por supuesto no se llama Lucía, que su bisabuela había muerto.
Nadie, pero absolutamente nadie sabe que decir en este momento, sobre todo si está la televisión prendida.
De a poco de va haciendo a la idea el hermano de Lucía, de que su bisabuela no estará más en Buenos Aires donde vivía la mayor parte de las nombradas. A Lucía tal vez le costará más asimilarlo, a ambas Lucías, que cambiaron el orden, perdieron a la primera y más antigua de todas.
El hermano de Lucía continúa viendo la tele, y lo digiere a su manera, pero Lucía no sabe muy bien que hacer ante este cambio. Nunca se sabe muy bien que hacer en estos momentos para no parecer insensible, sobre todo esta vez en particular, con el peso de la especia repartido en menos hombros.
Lucía todavía no derramó ni una sola lágrima, pero tal vez lo haga una vez que termine de escribir tantas tildes.O tal vez muentras tenga que escribir Luu.04 para registrarse en Mercado Libre, mientras de abajo se escucha un "chicos comemos", y los gritos de la hermana de Lucía, que aun ignora que desde esta mañana, las lucías dejaron de ser tres.
viernes, 21 de diciembre de 2007
miércoles, 19 de diciembre de 2007
Primer día (segunda parte)
Se levantó como aturdido, miraba las paredes iluminadas y ya no entendía nada. Todo lo anterior había sido un sueño y se escurría, como siempre, al encender la mugrienta luz artificial.
Pero recordó que estaba contento y ansioso, si, porque todo eso pasara. Las luces, los gritos, todo era buena señal. Vió el guardapolvos acomodado en la silla y terminó de caer en la cuenta, era de nuevo el primer día.
La escuela tiene esa cosa, en la que existe un primer día, pero no es el único. Hay por lo menso doce primeros días, una docena de primeros días de clases todos distintos y todos iguales, de primero al último y del último al primero.
Se cambió rápido, la luz ya le había llegado al cerebro y comenzaba a acomodarle las ideas. Primero el pantalón, después la remera, las medias, los zapatos y por último a desayunar, el guardapolvos venía después, para no ensuciarse.
Se lavó la cara y las manos, su mamá nunca le había pedido estas precauciones, pero él las tenía bien claras. Su mamá estaba ahi en la cocina, tomando un buen libro con su café.
Él se hizo solo el desayuno, no quería ayuda, ya era grande. Tan grande que podía leer el título del ejemplar de "sobre héroes y tumbas" que leia su mamá. Sabía que no podría saber nunca con certeza de que se trataba, pero podía entender cosas complejas como que lo héroes no eran como él los imaginaba.
Su desayuno fue bueno, bueno y silencioso por supuesto, suficiente como para llegar a la parte del guardapolvos en paz.
Él arregló sus cosas y su mamá las de ella, todo en silencio y sin roce. Cerraron la puerta uno al lado del otro y la miraron. No les alegraba verla, pero tampoco era una calamidad.
Caminar de la mano a veces podía ser tan incómodo... pero era necesario, una convención que todos debían respetar. El camino terminó en poco tiempo, pero en tiempo lento, más lento que todos los tiempos juntos.
Odiaba los diálogos por ser tan antinaturales, esa era una de las cosas de adultos que solía pensar. Pero su madre le dio a entender, de una forma u otra, que sabía lo que el día significaba para él, eso, y así pudieron soltarse las manos e irse, chau mamá, chau hijo, hasta nunca, hasta hoy a la tarde.
El problema con los diálogos era engañoso, no era que los odiaba por falsos, el problema era no poder confesar, ni siquiera con su tono de voz, que había estado pensando en otra. Pensar en una nueva seño era algo que lo ahogaba.
Pero recordó que estaba contento y ansioso, si, porque todo eso pasara. Las luces, los gritos, todo era buena señal. Vió el guardapolvos acomodado en la silla y terminó de caer en la cuenta, era de nuevo el primer día.
La escuela tiene esa cosa, en la que existe un primer día, pero no es el único. Hay por lo menso doce primeros días, una docena de primeros días de clases todos distintos y todos iguales, de primero al último y del último al primero.
Se cambió rápido, la luz ya le había llegado al cerebro y comenzaba a acomodarle las ideas. Primero el pantalón, después la remera, las medias, los zapatos y por último a desayunar, el guardapolvos venía después, para no ensuciarse.
Se lavó la cara y las manos, su mamá nunca le había pedido estas precauciones, pero él las tenía bien claras. Su mamá estaba ahi en la cocina, tomando un buen libro con su café.
Él se hizo solo el desayuno, no quería ayuda, ya era grande. Tan grande que podía leer el título del ejemplar de "sobre héroes y tumbas" que leia su mamá. Sabía que no podría saber nunca con certeza de que se trataba, pero podía entender cosas complejas como que lo héroes no eran como él los imaginaba.
Su desayuno fue bueno, bueno y silencioso por supuesto, suficiente como para llegar a la parte del guardapolvos en paz.
Él arregló sus cosas y su mamá las de ella, todo en silencio y sin roce. Cerraron la puerta uno al lado del otro y la miraron. No les alegraba verla, pero tampoco era una calamidad.
Caminar de la mano a veces podía ser tan incómodo... pero era necesario, una convención que todos debían respetar. El camino terminó en poco tiempo, pero en tiempo lento, más lento que todos los tiempos juntos.
Odiaba los diálogos por ser tan antinaturales, esa era una de las cosas de adultos que solía pensar. Pero su madre le dio a entender, de una forma u otra, que sabía lo que el día significaba para él, eso, y así pudieron soltarse las manos e irse, chau mamá, chau hijo, hasta nunca, hasta hoy a la tarde.
El problema con los diálogos era engañoso, no era que los odiaba por falsos, el problema era no poder confesar, ni siquiera con su tono de voz, que había estado pensando en otra. Pensar en una nueva seño era algo que lo ahogaba.
sábado, 15 de diciembre de 2007
Primer día (primeras horas)
Se levantó por lo menos tres horas antes. Le parecía haber dormido una eternidad, pero la oscuridad le decía que todavía no eran ni las ocho. Hubiera preferido morir a vivir en vela esos últimos minutos, pero no lo sabía aún porque era muy chico y no sabía que no era solo matar, también se podía morir.
Dio vueltas en la cama, pero a cada rato lo invadían sombras del año anterior. Durante 7 años odió su ama, odió sus vueltas, odió todos sus recovecos. La odiaba al acostarse y la seguía odiando al despertarse, pero había días en los que llegar a ella era su única razón de ser. Casi como un domingo.
Se perdió entre imágenes hasta que la luz de día atravezó las persianas, dibujando elipses en la pared. Sabía que debía quedarse esperando, mirando los puntitos que flotaban en los lugares que tocaba la luz, sólo en los que tocaba la luz. Sabía también que si intentaba tocarlos, o hacerlos mover en otra dirección le resultaría imposible, los puntitos estaban pegados a la luz como los pelos a la cabeza. Llegó a pensr que era la luz la que se movía, y los puntitos con ella, pero para ese entonces resolvió, siempre en la cama, que le había dedicado demasiado tiempo a la cuestión.
Apoyó la cabeza en la almohada y la giró hacia un lado. La pared estaba vacía, su mamá no se había levantado aun y deseaba que el tiempo pasara más rápido, pero estaba seguro de que el tiempo, a esas horas, pasaba siempre más lento.
Se aburría y creia escuchar el sonido de la ducha, se aburria de todo lo anterior con su aburrimiento tal vez comparable a la tarea de escribir su aburrido aburrimiento, o aún más, de leerlo.
Durante mucho tiempo estuvo con la mente en blanco, llenando el vacío con el sonido del reloj de la cocina. Estaba casi en transe,escuchó un ruido pero no le hizo caso, eran tan cómodo no pensra en nada una vez.
Escuchó otro ruido, y otro, cada vez más fuerte. Se prendieron las luces, todas de golpe y sin piedad. Era su madre, que venía a despertarlo al fin.
Dio vueltas en la cama, pero a cada rato lo invadían sombras del año anterior. Durante 7 años odió su ama, odió sus vueltas, odió todos sus recovecos. La odiaba al acostarse y la seguía odiando al despertarse, pero había días en los que llegar a ella era su única razón de ser. Casi como un domingo.
Se perdió entre imágenes hasta que la luz de día atravezó las persianas, dibujando elipses en la pared. Sabía que debía quedarse esperando, mirando los puntitos que flotaban en los lugares que tocaba la luz, sólo en los que tocaba la luz. Sabía también que si intentaba tocarlos, o hacerlos mover en otra dirección le resultaría imposible, los puntitos estaban pegados a la luz como los pelos a la cabeza. Llegó a pensr que era la luz la que se movía, y los puntitos con ella, pero para ese entonces resolvió, siempre en la cama, que le había dedicado demasiado tiempo a la cuestión.
Apoyó la cabeza en la almohada y la giró hacia un lado. La pared estaba vacía, su mamá no se había levantado aun y deseaba que el tiempo pasara más rápido, pero estaba seguro de que el tiempo, a esas horas, pasaba siempre más lento.
Se aburría y creia escuchar el sonido de la ducha, se aburria de todo lo anterior con su aburrimiento tal vez comparable a la tarea de escribir su aburrido aburrimiento, o aún más, de leerlo.
Durante mucho tiempo estuvo con la mente en blanco, llenando el vacío con el sonido del reloj de la cocina. Estaba casi en transe,escuchó un ruido pero no le hizo caso, eran tan cómodo no pensra en nada una vez.
Escuchó otro ruido, y otro, cada vez más fuerte. Se prendieron las luces, todas de golpe y sin piedad. Era su madre, que venía a despertarlo al fin.
viernes, 14 de diciembre de 2007
domingo, 9 de diciembre de 2007
noche
sombras negras en los ojos
pastoso
fideos de sopa duros pegados en el fondo del cucharón
y pensar, mientras lo labás
que la pasaste mal y no sabés por qué
que la pasaste bien y no sabés por que
que estuviste triste media noche
que estuviste alegre media noche
que no estuviste la noche entera
ni estás ahora
ni vas a estar después.
pastoso
fideos de sopa duros pegados en el fondo del cucharón
y pensar, mientras lo labás
que la pasaste mal y no sabés por qué
que la pasaste bien y no sabés por que
que estuviste triste media noche
que estuviste alegre media noche
que no estuviste la noche entera
ni estás ahora
ni vas a estar después.
miércoles, 21 de noviembre de 2007
Phileas habla por primera vez
-¿Sabés lo que es esto? son papeles, papeles viejos y sucios que no sirven para escribir ideas. Esto no vale nada para mi, porque así lo veo yo. Si vos crees que esto vale dos pesos, entonces los vale. Si para ustedes esto queda lindo pegado en la pared, entonces queda lindo.
-pero... señor Phileas...
-¿sabés quien era Phileas Fogg?
Las personas se quedaron calladas, nerviosas por el arranque que haía tenido el señor Phileas. Uno, al final, contestó.
- Era un personaje de Julio Verne, el que quería dar la vuelta al mundo en 80 días...
- Y dio la vuelta, en 80 días.¿Sabén qué era? un soñador, Phileas se propuso algo y lo logró, por dificil que era.
- Pero... eso es ficción.
-Ficción? Mirá, en lo que a mi concierne, Jesús es un personaje de ficción. Pero, ¿importa? miren lo que logró la simple imagen, ¿o él no tiene una cruz en el pecho? qué pasa si yo digo que Phileas existió, y que era un profeta de los objetivos cumplidos? algunos ni me escucharán, , otros me declararán loco, alguien tal vez lo investigue... lo mejor que me puede pasar es que me escriban un "Código Phileas Fogg". Para vos él es ficción? Para mi es tan real como vos y yo. Y vos crees en esos papelitos? yo no soy nadie para quemarlos, pero puedo no aceptarlos y exponer mis teorías, que no cuesta nada... y el que no esté de acuerdo, que arroje la primera piedra!
Dicho esto, rió sinceramente...¡qué buen orador era Phileas! Los hombres y mujeres quedaron totalmente desconcertados, sin saber quien los había golpeado.
Reron tambien. No era le mejor forma, pero por algo se empieza.
-pero... señor Phileas...
-¿sabés quien era Phileas Fogg?
Las personas se quedaron calladas, nerviosas por el arranque que haía tenido el señor Phileas. Uno, al final, contestó.
- Era un personaje de Julio Verne, el que quería dar la vuelta al mundo en 80 días...
- Y dio la vuelta, en 80 días.¿Sabén qué era? un soñador, Phileas se propuso algo y lo logró, por dificil que era.
- Pero... eso es ficción.
-Ficción? Mirá, en lo que a mi concierne, Jesús es un personaje de ficción. Pero, ¿importa? miren lo que logró la simple imagen, ¿o él no tiene una cruz en el pecho? qué pasa si yo digo que Phileas existió, y que era un profeta de los objetivos cumplidos? algunos ni me escucharán, , otros me declararán loco, alguien tal vez lo investigue... lo mejor que me puede pasar es que me escriban un "Código Phileas Fogg". Para vos él es ficción? Para mi es tan real como vos y yo. Y vos crees en esos papelitos? yo no soy nadie para quemarlos, pero puedo no aceptarlos y exponer mis teorías, que no cuesta nada... y el que no esté de acuerdo, que arroje la primera piedra!
Dicho esto, rió sinceramente...¡qué buen orador era Phileas! Los hombres y mujeres quedaron totalmente desconcertados, sin saber quien los había golpeado.
Reron tambien. No era le mejor forma, pero por algo se empieza.
jueves, 15 de noviembre de 2007
eduardo:
nunca jamás cruzamos más palabras que aquellas escritas por los dedos de mi bienamada mejor amiga.
pero hoy, en esta nohe, tengo la intención de decirle a usted, con todo respeto, que hasta el título del fotolog le queda corto (the pretender). Nunca en mi vida había leido a alguien escribir lineas tan vacías, de esas que se borran sin siquiera echarles agua, ni exclamar palabras tan falsas, ni hablar de la coherencia con usted mismo y el medio.
Siempre admiré a la gente que, a pesar de sus problemas, puede apoyarse en un hombro ajeno. Por otro lado, no hay en el mundo cosa más lastimera que aquellos que juegan a victimizarse, por el solo hecho de que sus acciones no se sustentan por si mismas.
Sin más, y ya de forma directa, te voy a decir que releas tu vida, con cuidado y detención, y te fijes bien en lo vacio de tus comentarios, en como dejás colgando cada frase y no sos capaz, ni por un momento, de pedir perdón por un daño irreparable a una persona que no solo no se lo merece, sino que es tan noble de no estarte puteando en este momento.
Vos y tu autolástima me dan asco, y no voy a permitir, por poco lugar que tenga yo en este asunto, que lastime a mi mejor amiga, a la chica más importante de mi vida, por el solo hecho de ser un inmaduro y no afrontar tu propia realidad.
Salvando el hecho de que no te conozco, me despido sin más y cordialmente,
LSD
pero hoy, en esta nohe, tengo la intención de decirle a usted, con todo respeto, que hasta el título del fotolog le queda corto (the pretender). Nunca en mi vida había leido a alguien escribir lineas tan vacías, de esas que se borran sin siquiera echarles agua, ni exclamar palabras tan falsas, ni hablar de la coherencia con usted mismo y el medio.
Siempre admiré a la gente que, a pesar de sus problemas, puede apoyarse en un hombro ajeno. Por otro lado, no hay en el mundo cosa más lastimera que aquellos que juegan a victimizarse, por el solo hecho de que sus acciones no se sustentan por si mismas.
Sin más, y ya de forma directa, te voy a decir que releas tu vida, con cuidado y detención, y te fijes bien en lo vacio de tus comentarios, en como dejás colgando cada frase y no sos capaz, ni por un momento, de pedir perdón por un daño irreparable a una persona que no solo no se lo merece, sino que es tan noble de no estarte puteando en este momento.
Vos y tu autolástima me dan asco, y no voy a permitir, por poco lugar que tenga yo en este asunto, que lastime a mi mejor amiga, a la chica más importante de mi vida, por el solo hecho de ser un inmaduro y no afrontar tu propia realidad.
Salvando el hecho de que no te conozco, me despido sin más y cordialmente,
LSD
lunes, 12 de noviembre de 2007
El payaso
El payaso pasó todo el día aliviando dolores. Él salva vidas, y no metafóricamente, es médico, un payamédico.
Durante horas y horas se paseó junto a las camas, junto a tu cama, junto a mi cama, con su sonrisa más que pintada y su estetosflorio, teniendo fe en que mañana todo podría mejorar.
El payaso recorre los pasillos de colores, reparte esperanza a los menos afortunados y, como bonus, él mismo se rellena el alma un poco.
No descansa un segundo, porque descansar lo hace menos feliz, menos completo, menos persona. Todos lo admiran, todos lo aman. Estudió tantas cosas horribles y, aun así, puede reirse de la vida.
El payaso termina su turno y se retira a descansar, para poder seguir sonriendo mañana.
Mientras camina, el Sol reemplaza la luz del hospital, su piel siente el aire de afuera, su nariz se vuelve normal y su ropa coincide con la de muchos otros. De a poco, se le va colando la realidad por abajo de las uñas.
Camina arrastrando los pies, mirando para abajo. Ya no es más un payaso, ni siquiera un médico, es otro tipo gris que viene a colmar las filas de los transeúntes.
Ya no le quedan más recuerdos de los chios que visitó, de las sonrisas que repartió, solo el frió tacto de los botones de un asensor viejo en los dedos olvidados.
En el departamento marrón, el payaso ya no puede esbozar ninguna sonrisa. Su ropa gris le pesa demasiado, y más le pesan los años de realidad sobre los hombros.
Despacio va al baño, agarra frasquitos y otras de su profesión, para ir a sentarse tranquilo a su sillón.
Mirando por la ventana, una única lágrima le borra lo último de payaso que le quedaba en la piel, i se inyecta cosas, cosas de médicos, no de payaso pero que, en una de esas, lo hace sonreír una vez de verdad, y para la eternidad.
Durante horas y horas se paseó junto a las camas, junto a tu cama, junto a mi cama, con su sonrisa más que pintada y su estetosflorio, teniendo fe en que mañana todo podría mejorar.
El payaso recorre los pasillos de colores, reparte esperanza a los menos afortunados y, como bonus, él mismo se rellena el alma un poco.
No descansa un segundo, porque descansar lo hace menos feliz, menos completo, menos persona. Todos lo admiran, todos lo aman. Estudió tantas cosas horribles y, aun así, puede reirse de la vida.
El payaso termina su turno y se retira a descansar, para poder seguir sonriendo mañana.
Mientras camina, el Sol reemplaza la luz del hospital, su piel siente el aire de afuera, su nariz se vuelve normal y su ropa coincide con la de muchos otros. De a poco, se le va colando la realidad por abajo de las uñas.
Camina arrastrando los pies, mirando para abajo. Ya no es más un payaso, ni siquiera un médico, es otro tipo gris que viene a colmar las filas de los transeúntes.
Ya no le quedan más recuerdos de los chios que visitó, de las sonrisas que repartió, solo el frió tacto de los botones de un asensor viejo en los dedos olvidados.
En el departamento marrón, el payaso ya no puede esbozar ninguna sonrisa. Su ropa gris le pesa demasiado, y más le pesan los años de realidad sobre los hombros.
Despacio va al baño, agarra frasquitos y otras de su profesión, para ir a sentarse tranquilo a su sillón.
Mirando por la ventana, una única lágrima le borra lo último de payaso que le quedaba en la piel, i se inyecta cosas, cosas de médicos, no de payaso pero que, en una de esas, lo hace sonreír una vez de verdad, y para la eternidad.
jueves, 8 de noviembre de 2007
a
a
ante
bajo
cabe
con
contra
de
desde
en
entre
dos
las
cosas
son
más.
más simples
más complejas
más más.
son dos
dos no
es uno
dos es
dos.
puede ser
más cómodo
más incómodo,
pero es
dos
y hay
que acostumbrarse.
no son
una sola
persona
pero uno
solo no
es nada
porque son
dos
si se
quiere ser
dos
se es dos
si se
quiere ser
tres, lo
lamento, son
dos.
si dos
se separa
queda el
rastro de
dos
si dos
grita el
esco es
dos
si uno
se enferma
lo cuida
dos
pero nunca
se sabe
cual es
uno y
cual es
dos.
una puede
volverse loca,
eso si
las lágrimas
las risas,
las risas
siempre son
dos.
ante
bajo
cabe
con
contra
de
desde
en
entre
dos
las
cosas
son
más.
más simples
más complejas
más más.
son dos
dos no
es uno
dos es
dos.
puede ser
más cómodo
más incómodo,
pero es
dos
y hay
que acostumbrarse.
no son
una sola
persona
pero uno
solo no
es nada
porque son
dos
si se
quiere ser
dos
se es dos
si se
quiere ser
tres, lo
lamento, son
dos.
si dos
se separa
queda el
rastro de
dos
si dos
grita el
esco es
dos
si uno
se enferma
lo cuida
dos
pero nunca
se sabe
cual es
uno y
cual es
dos.
una puede
volverse loca,
eso si
las lágrimas
las risas,
las risas
siempre son
dos.
.
Estoy necesitando un poco de ruta, mi lapicera estaba seca, seca de tanto dormir. Necesito el frenesí de terminar un libro, sentirme enigmática porque tengo la mente en blanco y pienso, porque fijo la vista en un punto y no la puedo quitar. Sería capaz de causarme dolor, dolor del real, del que está en mi mente, con tal de pensar algo que se desvanesca al llegar al papel. Prefiero sentir impotencia porque la lapicera está seca. La seca es ella por lo menos.
Sentir que el reloj suena sólo para mi, que soy la mejor en lo que hago. No tener vergüenza de mostrarlo, quiero ser un cubo grande, ser ego sin reparos. Me desmantelo si me pierden y si me encuentran también, soy un puñado de lágrimas y un nudo si me quieren leer. Necesito el ego que hace falta para brillar.Quiero ya un tambor y poesías de monosílabos para recitar.Quiero que todo sea terrible quiero quererme suicidar. Quiero todo lo que me haga despertar y dejar de escribir esta porquería de tarada incomprendida que juega a ser especial.
A veces no se si juego a ser normal o mi juego es parecer especial.
Sentir que el reloj suena sólo para mi, que soy la mejor en lo que hago. No tener vergüenza de mostrarlo, quiero ser un cubo grande, ser ego sin reparos. Me desmantelo si me pierden y si me encuentran también, soy un puñado de lágrimas y un nudo si me quieren leer. Necesito el ego que hace falta para brillar.Quiero ya un tambor y poesías de monosílabos para recitar.Quiero que todo sea terrible quiero quererme suicidar. Quiero todo lo que me haga despertar y dejar de escribir esta porquería de tarada incomprendida que juega a ser especial.
A veces no se si juego a ser normal o mi juego es parecer especial.
vos
quiero que me mires y no entenderte, que me traspases la cabeza con los ojos y no poderte sostener, que me escrutes lentamente y te desalientes, decepcionarte.
Y quiero que no me hables, como siempre, y que con vos, con nosotros, lo normal siempre sea eso, incomodidad, silencio y miradas.
Quiero que no me hables, que no me abraces, no entender nada de lo que me dirigís. Que me sangren las encías de tanto apretar los dientes por haberme arrepentido de no poderte ni mirar,
ni hablar,
ni sonreír.
Y quiero poder hablar con todos, si, con todos. De cualquier cosa, del clima, de la montaña, de lo rico que está el guiso, menos con vos. Y que vos estés igual y me duela, me duela con todo y más, y sigan las miradas directas. Quiero hablarte con los ojos y que no me entiendas, y que yo no te entienda, y que la boca diga algo que los ojos no conciben, que la gente nos crea amigos alejados, o ni eso, simples compañeros.
Y que todo lo que vivimos se borre, y lo cerca que estábamos se aleje, que todos los secretos que compartimos sigan siendo secretos, no por guardados sino por ignorados.
Y que os con tu gente sigas en el mismo ritmo, ritmo hipócrita, y que yo siga contestando "no, nada que ver" a todo, y me calle para casi todos y se me pudra la boca de no hablarte, y se me rompa e cuello de tanto estirarlo para verte,
para vernos,
y no entendernos,
pero para verte y devolverte esa mirada que no te pude devolver, a la madrugada, y que me sangra en la retina.
Y quiero charlar con tus anteamantes como si fuéramos amigas de toda la vida, y sonreír y tomar, y bailar y saltar, para poder salir y que nos ignoremos, o charlemos timidamente dos palabras, que sean como mil, todas juntas y sin pausa.
Y seguir con las miradas sulfurosas que no entiendo,
que nunca voy a entender
porque nunca te voy a preguntar
porque nunca me vas a preguntar
pero quiero seguir así, muerta y caminando
porque prefiero morirme por los ojos
que no estar más cerca tuyo
aunque sea así
lo más lejos y podrido que se pueda estar.
Y quiero que no me hables, como siempre, y que con vos, con nosotros, lo normal siempre sea eso, incomodidad, silencio y miradas.
Quiero que no me hables, que no me abraces, no entender nada de lo que me dirigís. Que me sangren las encías de tanto apretar los dientes por haberme arrepentido de no poderte ni mirar,
ni hablar,
ni sonreír.
Y quiero poder hablar con todos, si, con todos. De cualquier cosa, del clima, de la montaña, de lo rico que está el guiso, menos con vos. Y que vos estés igual y me duela, me duela con todo y más, y sigan las miradas directas. Quiero hablarte con los ojos y que no me entiendas, y que yo no te entienda, y que la boca diga algo que los ojos no conciben, que la gente nos crea amigos alejados, o ni eso, simples compañeros.
Y que todo lo que vivimos se borre, y lo cerca que estábamos se aleje, que todos los secretos que compartimos sigan siendo secretos, no por guardados sino por ignorados.
Y que os con tu gente sigas en el mismo ritmo, ritmo hipócrita, y que yo siga contestando "no, nada que ver" a todo, y me calle para casi todos y se me pudra la boca de no hablarte, y se me rompa e cuello de tanto estirarlo para verte,
para vernos,
y no entendernos,
pero para verte y devolverte esa mirada que no te pude devolver, a la madrugada, y que me sangra en la retina.
Y quiero charlar con tus anteamantes como si fuéramos amigas de toda la vida, y sonreír y tomar, y bailar y saltar, para poder salir y que nos ignoremos, o charlemos timidamente dos palabras, que sean como mil, todas juntas y sin pausa.
Y seguir con las miradas sulfurosas que no entiendo,
que nunca voy a entender
porque nunca te voy a preguntar
porque nunca me vas a preguntar
pero quiero seguir así, muerta y caminando
porque prefiero morirme por los ojos
que no estar más cerca tuyo
aunque sea así
lo más lejos y podrido que se pueda estar.
martes, 30 de octubre de 2007
que
no hay nada peor que tener tantas ganas de desaparecer y no encontrar la forma
en realidad hay algo mil veces peor, y es queres desaparecer y que nadie lo note
tener ganas de desaparecer y tener la convición de que nadie se va a dar cuenta
de que si vas al baño a llorar un buen rato
a arrastrarte por el suelo
deseando nunca haber aparecido
podes lavarte la cara
dibujar una buena sonrisa
que ni las personas que más dicen conocerte
van a darse cuenta
que la indiferencia de tus miradas se materialize y entre por tu boca, ahogándote, para que puedas sentir en la garganta el nudo que hay hay en la mia, y aunque no me liberes del propio, se que nunca vas a olvidar ese momento, así como yo no olvidaré el morir sólo en mi imaginación, para no causarte ningún problema
que la frivolidada con la que te divertis se vuelva una soga y te ahorque, y que en esos últimos minutos de lucides puedas pensar en lo perdida que fue tu vida, en su profunda carencia de sentido.
o peor aún, que lo último que pienses sea en tu más reciente aventura, y que te desvanescas sin haber pensado enserio una sola vez en tu vida, terminando sin siquiera comenzar
y que cuando pasen tres días y yo vuelva a ser como antes, pueda dedicarte mi mejor cara de asombro cuando me cuentes tus problemas recurentes de salón, mientra me ahogo en todas las palabras que no dije y nunca voy a decir
para no manchar la alfombra
y que finalmente pueda pasar una semana y yo me transforme en voz, sin que mi vida pasada deje huellas de todo lo que está pasando ahora, y que me envuelva una nube de nada que me deje sin pensar y amoldada al grupo
para que pueda ser feliz sin conocer nada fuera de la sinrazón.
hay lugares que te quitan el alma
y hay lugares que te la devuelven
o por lo menos te dan una nueva
hay cosas que te hacen desear estar en mejores lugares
y hay cosas que te convencen de que no hay lugar como el hogar
lo bueno sería poder desifrar
que es realidad
y que irreal
que es mejor
si pensar
o dejarse llevar
si estas huyendo
o te huyeron
y cuando todo esto pase, y lo digo enserio, fuera de este brote psicótico, les voy a devolver sus sonrisas y ustedes van a seguir creyendo que soy una loca linda, convencidas de que si me preguntan por alguna tontería una vez por semana van a ganarse mis oidos, mis consejos, mis sonrisas y mis chistes
que en el momento van enserio, pero ahora son vacios
yo se que ahora no me van a querer
y que van a esperar a que se renueve el círculo
que sea una loca linda otra vez
que esta siempre contenta
y en la que todos se cagan
como aquella amiga mia que tanto me entiende
porque sólo lo entienden los que viven en carne propia
y los que frenan un segundo para pensar, entre tantas salidas, chistes, programas de chimentos y todo lo demás
pura mierda
ahora quiero huir pero se que mañana
cuando no tenga que tragarme mis lágrimas
o limpiarlas frente a tus ojos sin que te des cuenta
voy a escribir te quiero
y no va a haber lugar como el hogar
en realidad hay algo mil veces peor, y es queres desaparecer y que nadie lo note
tener ganas de desaparecer y tener la convición de que nadie se va a dar cuenta
de que si vas al baño a llorar un buen rato
a arrastrarte por el suelo
deseando nunca haber aparecido
podes lavarte la cara
dibujar una buena sonrisa
que ni las personas que más dicen conocerte
van a darse cuenta
que la indiferencia de tus miradas se materialize y entre por tu boca, ahogándote, para que puedas sentir en la garganta el nudo que hay hay en la mia, y aunque no me liberes del propio, se que nunca vas a olvidar ese momento, así como yo no olvidaré el morir sólo en mi imaginación, para no causarte ningún problema
que la frivolidada con la que te divertis se vuelva una soga y te ahorque, y que en esos últimos minutos de lucides puedas pensar en lo perdida que fue tu vida, en su profunda carencia de sentido.
o peor aún, que lo último que pienses sea en tu más reciente aventura, y que te desvanescas sin haber pensado enserio una sola vez en tu vida, terminando sin siquiera comenzar
y que cuando pasen tres días y yo vuelva a ser como antes, pueda dedicarte mi mejor cara de asombro cuando me cuentes tus problemas recurentes de salón, mientra me ahogo en todas las palabras que no dije y nunca voy a decir
para no manchar la alfombra
y que finalmente pueda pasar una semana y yo me transforme en voz, sin que mi vida pasada deje huellas de todo lo que está pasando ahora, y que me envuelva una nube de nada que me deje sin pensar y amoldada al grupo
para que pueda ser feliz sin conocer nada fuera de la sinrazón.
hay lugares que te quitan el alma
y hay lugares que te la devuelven
o por lo menos te dan una nueva
hay cosas que te hacen desear estar en mejores lugares
y hay cosas que te convencen de que no hay lugar como el hogar
lo bueno sería poder desifrar
que es realidad
y que irreal
que es mejor
si pensar
o dejarse llevar
si estas huyendo
o te huyeron
y cuando todo esto pase, y lo digo enserio, fuera de este brote psicótico, les voy a devolver sus sonrisas y ustedes van a seguir creyendo que soy una loca linda, convencidas de que si me preguntan por alguna tontería una vez por semana van a ganarse mis oidos, mis consejos, mis sonrisas y mis chistes
que en el momento van enserio, pero ahora son vacios
yo se que ahora no me van a querer
y que van a esperar a que se renueve el círculo
que sea una loca linda otra vez
que esta siempre contenta
y en la que todos se cagan
como aquella amiga mia que tanto me entiende
porque sólo lo entienden los que viven en carne propia
y los que frenan un segundo para pensar, entre tantas salidas, chistes, programas de chimentos y todo lo demás
pura mierda
ahora quiero huir pero se que mañana
cuando no tenga que tragarme mis lágrimas
o limpiarlas frente a tus ojos sin que te des cuenta
voy a escribir te quiero
y no va a haber lugar como el hogar
pañuelo
Salieron charlando del salón hacia el playón donde los chicos jugaban futbol tennis y les pegó un sol para el que no estaban preparadas. Que hermoso era cuando en pleno otoño encontraba un sol que llegaba a todas las cosas. Eso le agregó una gran porción de alegría a la contrariedad que venía sintiendo desde hacía un rato. La verdad es que hacía un rato que estaba buscando desesperada alguna buena forma de salir del pozo y entretanto descubrió que su pañuelo-bufanda era tan grande como un mantel. Le parecía gracioso ser tan despistada y se reía y reía y no paraba paraba, y a veces era lindo pero otras asustaba y para los demás ya no era especial sino loca.
Después salieron y ese sol llenasonrisas le pegó en la cara y ahí se dio cuenta de lo feliz que podía ser. Sus amigos estaban ahí, bajo un cielo celeste de primavera y una luz amarilla de verano con ojas amarillasmarrones de otoño y cosas ttansparentes de invierno.
Estaba feliz y contenta y comenzó a hablar y se sacó el pañuelo-bufanda, y con él comenzó a girar y girar y nadie la miraba, pero los pañuelos y los amigos, y las estaciones de Vivakdi y hasta el recreo se habían confabulado para que fuera feliz. Giraba y no le importaba nada, y los chicos no jugaban al fubol tennis en el playón y así podía girar para todos lados.
Lentamente se tropezaba y caia envuelta en su pañuelo celeste con rayas negras de invierno, y su cabeza dio contra el cemento gris y lo tiñó de rojo, junto con sus dientes y sus ojos y los agujeritos de sus orejas, y los dedos y las uñas de los pies.
Y había sido tan feliz con tan poco que no interesaba que por caerse y morirse se hubiera perdido de algo tan complejo y fascinante como ver las curvas de los árboles con sus amigos, mientras el profesor de historia llegaba tarde por haberse quedado dormido.
Pero a ellos la felicidad no les salía de los ojos y las orejas y las uñas de los pies, y los árboles y la historia y la vida y la casa estaban en orden todos. Paz
fotos
Llegó a la escuela con una sonrisa gigante, sin desayunar y con cámara en mano. Hacía frio y todavía estaba oscuro pero no importaba porque ese mismísmo día iba a ver su último acto del 25, sacar fotos en blanco y negro y tomar chocolate caliente, puras excusas para ser feliz, infantil de forma natural sin que nadie le dijera nada.
Los padres estaban contentos, los chicos vestidos de gauchas, damos antiguos y raperos, como debe ser, y ella estaba rebozaba alegría por su cámara sin flash llena de primeros planos.
Se paseaba por todos lados molestando a la gente que ya se había acostumbrado a la molesta de las fotos, tirándose al piso o trepando bancos con su pollera de escuela para conseguir mejores planos, nada había en el mundo mejor que eso
La algaravía, el chocolate, las sonrisas sin dientes y el blanco y el negro eran tan extremos que se olvidó de sacarle a la cámara el coso chupalmas y, uno a uno, los chicos fueron dejando sus sonrisas tras la lente, uno a uno se fueron quedando sin alma y, uno a uno, se convirtieron en zombis aun sin pudris y se la llevaron, y ahí se comieron rápido los dentados y lento los sin dentar. Eso sí, dejaron el pelo, las uñas y el dedo, porque se le había gastado tanto de fotografiar que se le había puesto negro.
Los padres estaban contentos, los chicos vestidos de gauchas, damos antiguos y raperos, como debe ser, y ella estaba rebozaba alegría por su cámara sin flash llena de primeros planos.
Se paseaba por todos lados molestando a la gente que ya se había acostumbrado a la molesta de las fotos, tirándose al piso o trepando bancos con su pollera de escuela para conseguir mejores planos, nada había en el mundo mejor que eso
La algaravía, el chocolate, las sonrisas sin dientes y el blanco y el negro eran tan extremos que se olvidó de sacarle a la cámara el coso chupalmas y, uno a uno, los chicos fueron dejando sus sonrisas tras la lente, uno a uno se fueron quedando sin alma y, uno a uno, se convirtieron en zombis aun sin pudris y se la llevaron, y ahí se comieron rápido los dentados y lento los sin dentar. Eso sí, dejaron el pelo, las uñas y el dedo, porque se le había gastado tanto de fotografiar que se le había puesto negro.
un libro
Siempre tuve un sueño. Y me acuerdo que un amor pasado me decía que nunca se iba a poder realizar, que era una cosa irreal a la que nunca iba a llegar. Que esperanza que me daba..
Mi mamá me dijo que era una idea hermosa y que "por qué no, algún día lo podemos hacer".
Quiero tener una librería en la que pueda encontrar libros olvidados por todos, pero también libros conocidos por todos. Revistas viejas, ya sea que me agrade su postura o no, como viejos nímeros de "Sur". Programas de radio de antes, como esos que marcelo nombraba en cultura y comunicación. Peliculas que no se encuentran en ningún lado, de esas que los videos tiran por estar sólo en vhs, todo en vhs, porque no entiendo por qué la gente odia el vhs. Cds de gente que nadie conoce pero al escucharlos dicen "aaaa mirá vos esto... y hace mucho que canta?" y tener esa música todo el día, y musica conocida también, por qué no, junto con las peliculas perdidas. Y olor a sahumerios comprados de a cuatro pesos (shu). Y sombreros de bombín, bastones, paraguas de colores y negros y esas cosas que se ponían las damas de sociedad al rededor de los hombros, con plumas (hernán dijo "hasta lo de los sombreros ibas bien.."). Vestidos de todas las épocas, y que no sea raro ponérmelos sino que vaya con el ambiente del lugar. Vestidos charleston. Collares de perlas, sombreros de realeza y esos que son como casquitos de tela. Bufandas y zapatos pintorescos. Turbantes, kimonos, túnicas de singapur, plumas para escribir, papel de arroz, fotos en blanco y negro en la pared, un globo terráqueo o una pared tapizada por un planisferio en sepia. Rincones de distintos tipos, como el rincon charleston, el rincón barroco, el rincón arte pop, con un sillón lanco y un cuadro a lo Andy Warhol (shu). Instrumentos extravagantes (la palabra estravagante se repetiría mucho).
Y todas esas cosas que casi nadie compraría pero yo sería feliz estando rodeada de ellas.
Sería como viajar por el mundo todo el tiempo.
"libro para chimenea, lluvia, soledad y sillón"
hoy creo que viví en mi mundo todo el día
Mi mamá me dijo que era una idea hermosa y que "por qué no, algún día lo podemos hacer".
Quiero tener una librería en la que pueda encontrar libros olvidados por todos, pero también libros conocidos por todos. Revistas viejas, ya sea que me agrade su postura o no, como viejos nímeros de "Sur". Programas de radio de antes, como esos que marcelo nombraba en cultura y comunicación. Peliculas que no se encuentran en ningún lado, de esas que los videos tiran por estar sólo en vhs, todo en vhs, porque no entiendo por qué la gente odia el vhs. Cds de gente que nadie conoce pero al escucharlos dicen "aaaa mirá vos esto... y hace mucho que canta?" y tener esa música todo el día, y musica conocida también, por qué no, junto con las peliculas perdidas. Y olor a sahumerios comprados de a cuatro pesos (shu). Y sombreros de bombín, bastones, paraguas de colores y negros y esas cosas que se ponían las damas de sociedad al rededor de los hombros, con plumas (hernán dijo "hasta lo de los sombreros ibas bien.."). Vestidos de todas las épocas, y que no sea raro ponérmelos sino que vaya con el ambiente del lugar. Vestidos charleston. Collares de perlas, sombreros de realeza y esos que son como casquitos de tela. Bufandas y zapatos pintorescos. Turbantes, kimonos, túnicas de singapur, plumas para escribir, papel de arroz, fotos en blanco y negro en la pared, un globo terráqueo o una pared tapizada por un planisferio en sepia. Rincones de distintos tipos, como el rincon charleston, el rincón barroco, el rincón arte pop, con un sillón lanco y un cuadro a lo Andy Warhol (shu). Instrumentos extravagantes (la palabra estravagante se repetiría mucho).
Y todas esas cosas que casi nadie compraría pero yo sería feliz estando rodeada de ellas.
Sería como viajar por el mundo todo el tiempo.
"libro para chimenea, lluvia, soledad y sillón"
hoy creo que viví en mi mundo todo el día
cordero
Traduzco, con algunos agregados, por supuesto
ese planisferio fisicopolítico dice
Tema: de lobos y corderos
Nombre: Lucia
Curso: 3º
28/05/07
Hoy me senté a comer en una mesa distinta, la mesa de una amiga.
Yo la veia sentada ahí, sin hablar, y me parecía triste. Pasaron algunos segundos y me invadió a mi también.
Me sentí en un gran hermano gigante (odio mencionar eso porque paresco esa gente que dice odiarlo y es lo único de lo que habla).
La gente que hacía unos momentos estaba hablando, distante, y había tenido rasgos normales se transformó en una gran masa monstruosa con garras y colmillos, bocas de lobo con dientes amarrillos llenos de sarro, ojos rojos, hilos de baba colgando de los hocicos marrones, baba blancusca que tocaba la comida y resbalaba por las mesas hacia sus regazos de uniforme. Y las garras apretaban las cosas y las tiraban, formando charcos de jugo y sopas de estofado. Y seguian comiendo como si nada, con arroz en los pelos y en las orejas, y por todas las piernas, y sin mirar al rededor, inmersos en esas conversaciones de matar corderos y conejos por el solo hecho de no ser lobos. Nosotras los mirábamos asqueadas mientras la baba, ahora marrón y roja por el estofado y la sangre, y el arroz amarillo de azafrán, y el jugo mezclado con fluidos corporales, y la carne de los platos y la carne por rasgar, todo chorreaba por el piso tocándoles los pies ahora descalzos, y saltando a las caras y manos de sus compañeros en grandes gotas de mugre marronamarilla aceitosaviscosa que ponían duros los pelos y resbalaban por las superficies planas, lentamente y dejando un rastro de asquerosidad palpitante.
Pero ellos eran todos así y no veían entre ellos la inmundicia en la que se habían convertido.
A nosotras nos miraban como si fueramos grotescas pero en realidad éramps pájaros, y como éramos pájaros nos levantábamos y nos fuimos a un lugar feliz aprovechando el ser dos, porque de ser una sola se habría convertido cordero y muerte
la casa de papá
bañarse en casa ajena es frio
desvestirse en baño ajeno te hace sentir aun más frío
no hay crema de enjuague y uso otra cosa, una botella que dice ser baño de crema y lo que sale de ahí es un líquido marrón licuadocremoso que me llena las manos y me nutre el pelo.
cambiarse y hasta mirarse en un espejo ajeno es frio
más frío es cuando es propio pero se siente ajeno.
escribir en casa ajena también es frío, helado
esconderse para que nadie vea
triste y vergonzoso
escribir arriba de un calorama no es menos frío
que nadie se de cuanta lo hace solitario
tal vez sólo los abrazos propios en lugares ajenos sean derretidores
tal vez no, no sé, nunca me pasó
desvestirse en baño ajeno te hace sentir aun más frío
no hay crema de enjuague y uso otra cosa, una botella que dice ser baño de crema y lo que sale de ahí es un líquido marrón licuadocremoso que me llena las manos y me nutre el pelo.
cambiarse y hasta mirarse en un espejo ajeno es frio
más frío es cuando es propio pero se siente ajeno.
escribir en casa ajena también es frío, helado
esconderse para que nadie vea
triste y vergonzoso
escribir arriba de un calorama no es menos frío
que nadie se de cuanta lo hace solitario
tal vez sólo los abrazos propios en lugares ajenos sean derretidores
tal vez no, no sé, nunca me pasó
Viajes nocturnos
Pasan a la eternidad los viajes en penumbras en los que la oscuridad te come.
Sólo hay dos amigos en el auto charlando y no se ve nada más allá de sus ojos y sus caras y sus cuerpos y sus palabras que no se ven pero están ahí.
Y charlan de mil cosas y las palabras llenan el auto con la música que sale de los parlantes mientras afuera la oscuridad se ensancha.
Y siguen y siguen las charlas de oscuridad y las anécdotas remotas de luz, el frío afuera congela la vida pero adentro está calentito y confortable porque las charlas les llenan los oídos y la amistad les llena el alma.
Y charlan y charlan creyendo que en algún momento la oscuridad los absorberá y usará sus partes para construir otros autos que tragar.
Pero nada de eso pasaba y la oscuridad también era su amiga, y podían charlar y charlar sin pensar en temas amargos, y bajarse a contemplar las cosas oscuras sin líos y mirar la luna que ahora era plateada pero a las seis de la tarde había sido amarilla.
Corrieron y saltaron por todos lados, en la noche, riendo y gritando, cantando también cuando apareció la música de gala y se pusieron a bailar. Todo eso y más, y rieron y los envolvió la fantasía irreal.
Pero poco a poco fueron agarrando otro camino y la luz apareció, con otros autos y otras cosas, y fueron por la calles transitadas de los temas amargos, y el teléfono sonó. Estaban tristes porque ya no era como antes, la luz lo había cambiado todo.
Hasta que en una bajada y sin que se lo esperaran pasó algo malo, y aunque la oscuridad no se los había tragado, la luz con toda su artificialidad se los tragó.
Sólo hay dos amigos en el auto charlando y no se ve nada más allá de sus ojos y sus caras y sus cuerpos y sus palabras que no se ven pero están ahí.
Y charlan de mil cosas y las palabras llenan el auto con la música que sale de los parlantes mientras afuera la oscuridad se ensancha.
Y siguen y siguen las charlas de oscuridad y las anécdotas remotas de luz, el frío afuera congela la vida pero adentro está calentito y confortable porque las charlas les llenan los oídos y la amistad les llena el alma.
Y charlan y charlan creyendo que en algún momento la oscuridad los absorberá y usará sus partes para construir otros autos que tragar.
Pero nada de eso pasaba y la oscuridad también era su amiga, y podían charlar y charlar sin pensar en temas amargos, y bajarse a contemplar las cosas oscuras sin líos y mirar la luna que ahora era plateada pero a las seis de la tarde había sido amarilla.
Corrieron y saltaron por todos lados, en la noche, riendo y gritando, cantando también cuando apareció la música de gala y se pusieron a bailar. Todo eso y más, y rieron y los envolvió la fantasía irreal.
Pero poco a poco fueron agarrando otro camino y la luz apareció, con otros autos y otras cosas, y fueron por la calles transitadas de los temas amargos, y el teléfono sonó. Estaban tristes porque ya no era como antes, la luz lo había cambiado todo.
Hasta que en una bajada y sin que se lo esperaran pasó algo malo, y aunque la oscuridad no se los había tragado, la luz con toda su artificialidad se los tragó.
viernes, 28 de septiembre de 2007
cumpleaños de mamá
Pareces un cuadro le decian, ahí sentada con tu bufanda londinense, tu remera a rayas y tus bermudas negras en otoño, rematando con zapatos de bailarina casi tan plateados como la luz que te ilumina de arriba.
Parecés un cuadro le decían pero ella no escuchaba porque comía pan y aprendía a usar los palitos chinos pensando quien sabe que cosa sobre los que viven en japón.
La gente charlaba y gritaba con la boca llena, muy llena de pan pero ella segía con su inspección china y su look de renoir del siglo XX.
Lo único real que observaba era a la moza, maltratada por la gente. Trajo el sushi de todos y los sorrentinos suyos de ella que quería comer a toda costa con sus palitos chinos, y lo hizo.
Charlaban de la puerta del sol y pensaba cómo sería comer churros con palitos. Globalización. Y le pedían más gengibre y más pan y más vino y más todo y ella veía en los ojos de la moza un fulgor rojizo de muerte y destrucción, morir y matar.
Y pedían y pedían cada vez más comida y más cosas y la moza les traía más y más , y se formaban unas pilas mortales de sushi y palitos. Y la pila crecía y ella seguía comiendo sus zorrentinos con palitos hasta que la moza trajo un escarbadientes y toda, toda la pila de sushi se le cayó encima y se volvió otro animal muerto, pero de los que comen zorrentinos.
Y su familia y amigos no fueron más a ese lugar porque era muy caro y ya no tenían más ese cuadro tan curioso
Al sillón de peluquería
este es el sillón metafórico, un sillón pitagórico de thales de mileto. Se sentaron en él las damas más gordas y los señores de bigote más prolijo cortados con regla de tres simples. Su tapiz es persa y en él se sienta pora mersa que toma te en tacitas con chinos malabaristas pintados por max webber como aquel cuadro del thyssen, nadie las mira porque el sol de euler cubre las aristas de la torre de hanoi que está a pocos metros de éste sillón naranja roble viojo derecho viejo que hoy se encuentra olvidado en una peluquería, teniendo como única comensal a una vieja Vogue en blanco y negro y uno que otro cuento de Silvina Ocampo y los cálculos 1-99 del pequeño escolar infante gauss
intermitente
Martina, Mar, Martincita, Martinucha
Ay Martina, pobre nena, comprometida con la vida.
Martina es una nena, una nena chiquita de jardín, de juegos en el patio y perritos que se quedan siempre cachorros, y sin embargo, está comprometida, comprometida con Daniel.
Daniel, dani, danielito, danielucho, todos esos y uno sólo están comprometidos para casarse con Martina, Mar, Marti Mar. Pero Daniel no es un nene de playón, de romperse la pera andando en triciclo, de jugar a ser explorador de árboles. Daniel es un nene de madre amorosa pero con cuidado, un padre que no está y una abuela que lo mima, pero lo persigue. Daniel es un nene pero es tan grande que al lado de Martina es un gigante, un gigante de alma, un gigante de responsabilidad.
Y Martina está ahí, toda chiquita y tapada, tan libre y ahora tan encerrada. Se van a casar alguna vez, pero van a pasar toda la vida juntos, toda la vida, hasta que la suerte los separe.
Y es que Martina lo quiere mucho a Daniel, Danielito, Danuelucho, su compañero de vida y de juegos, juegos intermedios de trenes en vez de hamacas, que podeen un peligro mortal. Peo por mucho que lo quiera y re quiera, Martina tiene manos muy chiquitas para llevar un anillo, un anillo plateado, pesado, labrado y marcado a fuego, como un postre balcarce.
Y Martina lo piensa y lo repiensa durante por lo menos 5 minutos, porque cuando se es una nena de dos colitas y ensuciar vestido, nada se piensa tanto. Y en esos cinco minutos de preocupación profunda le sale un anillo más en el dedo, porque ahora, cada vez que piense, se le va a agregar un minuto más
Y otro,
y otro,
y otro más
y así es como Martina, mar, Martu, Martinucha, nena de carpintería de jardín, de pelotas grandes como una casa,de empanadas calientes para las viejas sin dientes, de mejores amigos con Daniel se volvió grande, una adulta hecha y derecha con licencia de matrimonio.
Y puede ser que Martina haya dejado de ser una nena, pero lo que si, se volvió un fenómeno para la ciencia, porque un par de adultos de 5 años, con postafolios, corbatas, fideos con pesto y televisión registrada no se ven todos los días.
jueves, 27 de septiembre de 2007
mi sopa
Muy tranquila fue a abrir un paquete de caldos de gallina y vio el cartelito que decía PRESIONE AQUÍ . Presionaba y presionaba pero nada pasaba, y ya estaba a punto de volverse loca mientras las gotas de sudor le bajaban ya por la frente cuando presionó fuerte y un gran mounstruo salió y la tragó entera, para después volver a escupirla y decirle seriamente que no haga todo lo que le dicen.
Ahí comenzó la moralaja andante. Cercaba, gritaba, engullía y vomitaba gente por todo el país.
Primero fueron los calditos y la gente comenzó a dejar de tomarcomer sopa. Luego los paquetes de fideos, la polenta, las latas de atun, harina leudante, saquitos de te, todo de todo. La gente dejó de consumir y, uno por uno, las empresas de alimentos fueron perdiendo.
Nadie entendía nada. era el gobierno? no tenía sentido, el lema era otro...
Eran los mercados de comida naturista? cuando los carteles de TIRE y EMPUJE comenzaron a morderles las manos a los que los usaban, se les escaparon todas las ideas.
Las canillas de frío y caliente colpeaban a la gente, los carteles de prohibido estacionar se clababan en las paredes, las señales de silencio gritaban todo tipo de barbaridades y hasta las etiquetas de CORTE AQUI arrancaban pedazos de ropa por todos lados.
Era todo un gran pandemonium, una ecatombe. La gente se quedaba quita, inmovilizada por el miedo de hacer algo que les costara las vidas, o el orden...
La gente se reunió en la plazas, en las calles, en los bosques, en todos los lugares que no tuvieran nada escrito, nada dibujado, nada de nada.
Caminaban despacio, con cautela, ni las hojas crujían bajo sus pies.
Todos callados, cuidadosamente lejos del vecino.
Hasta que corriendo por la multitud apareció de nuevo ella, la de los calditos, la primera. Corria con cascabeles en las manos y los pies, la cara pintarrajeada de colores selváticos, la ropa mal puesta y una graaan rocola.
Era verano pero nadie quería admitirlo desde que los protectores solares comezaron a comerse a pedazos la piel de las personas.
Ella tenía protector solar en el pelo y en la mano, un paquete de calditos.
Presione aqui decía, presione aquí. Miren lo que hago con el paquete. Y acto seguido agarró un cuchillo y lo apuñaló, abriéndolo por donde tuvo ganas y haciendo una sopa gigante riquísima para todos.
Ah eso si, la gente entendió y ahora las puertas se abren para arriba.
nada
quelatierraseabraymetrague
me desprenda del mundo y me lleve lejos muy lejos y desaparecer un minuto al menos,
un minuto que dure mil años
que la pena de todos los días se concentre en un hongo nuclear y abra el mundo para caer y caer por siempre
hasta olvidar quien soy y ser de nuevo
que los personajes que veo y creo, son reales, lo sean y me lleven a mi porque yo misma soy una de ellos
que mi cama se vuelva toda de plumas y me enrede, y nunca más me suelte y así dormir por siempre con sueños sobre sueños
que sepa todo y que sepas todo y las palabras sean necesarias y estén de más
y que seamos siempre distintos
siempre los mismos
nunca
hasta mañana
me desprenda del mundo y me lleve lejos muy lejos y desaparecer un minuto al menos,
un minuto que dure mil años
que la pena de todos los días se concentre en un hongo nuclear y abra el mundo para caer y caer por siempre
hasta olvidar quien soy y ser de nuevo
que los personajes que veo y creo, son reales, lo sean y me lleven a mi porque yo misma soy una de ellos
que mi cama se vuelva toda de plumas y me enrede, y nunca más me suelte y así dormir por siempre con sueños sobre sueños
que sepa todo y que sepas todo y las palabras sean necesarias y estén de más
y que seamos siempre distintos
siempre los mismos
nunca
hasta mañana
Oliverio girondo para mi
Yo no tengo una personalidad; yo soy un cocktail, un conglomerado, una manifestación de personalidades.
En mí, la personalidad es una especie de forunculosis anímica en estado crónico de erupción; no pasa media hora sin que me nazca una nueva personalidad.
Desde que estoy conmigo mismo, es tal la aglomeración de las que me rodean, que mi casa parece el consultorio de una quiromántica de moda. Hay personalidades en todas partes: en el vestíbulo, en el corredor, en la cocina, hasta en el W.C.
¡Imposible lograr un momento de tregua, de descanso! ¡Imposible saber cuál es la verdadera!
Aunque me veo forzado a convivir en la promiscuidad más absoluta con todas ellas, no me convenzo de que me pertenezcan.
¿Qué clase de contacto pueden tener conmigo me pregunto-- todas estas personalidades inconfesables, que harían ruborizar a un carnicero? ¿Habré de permitir que se me identifique, por ejemplo, con este pederasta marchito que no tuvo ni el coraje de realizarse, o con este cretinoide cuya sonrisa es capaz de congelar una locomotora?
El hecho de que se hospeden en mi cuerpo es suficiente, sin embargo, para enfermarse de indignación. Ya que no puedo ignorar su existencia, quisiera obligarlas a que se oculten en los repliegues más profundos de mi cerebro. Pero son de una petulancia... de un de una falta de tacto...
Hasta las personalidades más insignificantes se dan unos aires de trasatlántico. Todas, sin ninguna clase de excepción, se consideran con derecho a manifestar un desprecio olímpico por las otras, y naturalmente, hay peleas, conflictos de toda especie, discusiones que no terminan nunca. En vez de con temporizar, ya que tienen que vivir juntas, ¡pues no señor!, coda una pretende imponer su voluntad, sin tomar en cuenta las opiniones y los gustos de las demás. Si alguna tiene una ocurrencia, que me hace reír a carcajadas, en el acto sale cualquier otra, proponiéndome un paseíto al cementerio. Ni bien aquella desea que me acueste con todas las mujeres de la ciudad, esta se empeña en demostrarme las ventajas de la abstinencia, y mientras una abuse de la noche y no me deja dormir hasta la madrugada, la otra me despierta con el amanecer y exige que me levante junta con las gallinas.
Mi vida resulta así una preñez de posibilidades que no se realizan nunca, una explosión de fuerzas encontradas que se entrechocan y se destruyen mutuamente. E1 hecho de tomar la menor determinación me cuesta un tal cúmulo de dificultades, antes de cometer el acto mas insignificante necesito poner tantas personalidades de acuerdo, que prefiero renunciar a cualquier cosa y es per a r que se extenúen discutiendo lo que han de hacer con mi persona, para tener, al menos, la satisfacción de mandarlas a todas juntas a la mierda.
gracias por prestarme
a mi misma
sabés
que las sierras musicales
melancólicas
acompañan todo
dulcemente
En mí, la personalidad es una especie de forunculosis anímica en estado crónico de erupción; no pasa media hora sin que me nazca una nueva personalidad.
Desde que estoy conmigo mismo, es tal la aglomeración de las que me rodean, que mi casa parece el consultorio de una quiromántica de moda. Hay personalidades en todas partes: en el vestíbulo, en el corredor, en la cocina, hasta en el W.C.
¡Imposible lograr un momento de tregua, de descanso! ¡Imposible saber cuál es la verdadera!
Aunque me veo forzado a convivir en la promiscuidad más absoluta con todas ellas, no me convenzo de que me pertenezcan.
¿Qué clase de contacto pueden tener conmigo me pregunto-- todas estas personalidades inconfesables, que harían ruborizar a un carnicero? ¿Habré de permitir que se me identifique, por ejemplo, con este pederasta marchito que no tuvo ni el coraje de realizarse, o con este cretinoide cuya sonrisa es capaz de congelar una locomotora?
El hecho de que se hospeden en mi cuerpo es suficiente, sin embargo, para enfermarse de indignación. Ya que no puedo ignorar su existencia, quisiera obligarlas a que se oculten en los repliegues más profundos de mi cerebro. Pero son de una petulancia... de un de una falta de tacto...
Hasta las personalidades más insignificantes se dan unos aires de trasatlántico. Todas, sin ninguna clase de excepción, se consideran con derecho a manifestar un desprecio olímpico por las otras, y naturalmente, hay peleas, conflictos de toda especie, discusiones que no terminan nunca. En vez de con temporizar, ya que tienen que vivir juntas, ¡pues no señor!, coda una pretende imponer su voluntad, sin tomar en cuenta las opiniones y los gustos de las demás. Si alguna tiene una ocurrencia, que me hace reír a carcajadas, en el acto sale cualquier otra, proponiéndome un paseíto al cementerio. Ni bien aquella desea que me acueste con todas las mujeres de la ciudad, esta se empeña en demostrarme las ventajas de la abstinencia, y mientras una abuse de la noche y no me deja dormir hasta la madrugada, la otra me despierta con el amanecer y exige que me levante junta con las gallinas.
Mi vida resulta así una preñez de posibilidades que no se realizan nunca, una explosión de fuerzas encontradas que se entrechocan y se destruyen mutuamente. E1 hecho de tomar la menor determinación me cuesta un tal cúmulo de dificultades, antes de cometer el acto mas insignificante necesito poner tantas personalidades de acuerdo, que prefiero renunciar a cualquier cosa y es per a r que se extenúen discutiendo lo que han de hacer con mi persona, para tener, al menos, la satisfacción de mandarlas a todas juntas a la mierda.
gracias por prestarme
a mi misma
sabés
que las sierras musicales
melancólicas
acompañan todo
dulcemente
redondonas
“Las feministas son las últimas que aún describen a los hombres como a ellos les gusta verse: egocéntricos, obsesionados por el poder, duros y sin inhibiciones cuando se trata de satisfacer sus instintos” dice Esther Vilar desde su feminismo diferente, y tiene mucha razón. Son las feministas como Sor Juana las que emplean adjetivos abismales a la hora de referirse a los hombres, creyendo que al descalificarlos de tal manera están haciéndoles un mal, pero son ellas las que más inflan sus egos y los mantienen arriba, bien plumereados.
Es muy simple para las mujeres echar la culpa de todos sus errores a los monstruosos hombres que vienen a privarlas de su libertad y encerrarlas para que jamás vean la luz, y debe ser muy satisfactorio de parte de ellos recibir en bandeja de plata todo el poder de destruir y crear en un resoplido.
La verdad es que en gran parte, las mujeres son las causantes de sus propias desgracias, lamentándose, quejándose, preocupándose sin ocuparse. Se unen, nos unimos perdón, en grupos para criticar y llegar siempre a la conclusión de que “todos los hombres son iguales” sin ver que tal vez, en algunos casos, somos nosotras las que delegamos el poder en ellos causando catástrofes, ya que por razones de género cada uno responderá de una manera predeterminada ante cierto estímulo.
Es la mujer liviana la única causante de esta liviandad, la mujer débil que bajo la excusa de hacer lo que la sociedad establece se rebaja y se sirve en bandeja de plata. Tal vez lo hace por debilidad, tal vez por conveniencia o por gusto, pero la cuestión es que lo hace, y es ella la responsable de sus acciones. Muy pocos hombres se rehusarían a las intenciones de una mujer liviana si ella viene sin reservas y sin que ellos tengan que hacer el más mínimo esfuerzo. No sólo el hombre es contradictorio, sino que la mujer también lo es. Siempre se quiere lo que no se tiene y se desea lo de al lado, muchas buscan una relación comprometida y cuando se ven ahogadas hasta el cuello se aburren y dejan que todo muera, no son los hombres los únicos que desprecian el compromiso.
El ser humano es contradictorio en todas sus facetas y es esto lo que nos caracteriza. No se actúa solamente por instinto como el resto de los animales sino usando la cabeza, pensando en lo que más nos conviene y, eventualmente, en lo que más conviene a los demás. Es por eso que disiento con Sor Juana, ya que no soy de la opinión de que la mujer es una víctima y el hombre una bestia que la pervierte, yo creo que para bailar se necesitan dos y esos dos saben muy bien lo que es bueno.
Cada persona es diferente, y así como hay mujeres distintas, mujeres livianas, mujeres recatadas, mujeres altas, mujeres bajas, mujeres que coleccionan cables de auricular, hay hombres de todo tipo, los hay buenos, los hay malos y los hay de porquería. El problema es que hay mujeres que tienden a atraer este último espécimen y, sacando porcentajes, son totalmente libres de declarar que todos los hombres son terribles. Es una cuestión de atracción. Así también existen los hombres buenos a los cuales muchas veces no nos gusta nombrar, ya que a nadie le gusta recordar cuando lastimó al alguien pero si cuando fue lastimada. En el fondo somos todos distintos pero parecidos, y declarar que todos los hombres son iguales sería condenar a todas las mujeres a ser iguales por descarte.
Nosotras tenemos lo nuestro, como dice Liliana Felipe “Como madame Bovary todos tenemos un amante por ahí”, y nos gusta infringir las “normas de convivencia” porque a muchos, hombres y mujeres, les gusta tener una aventura cada tanto, algo que saque de la rutina, algo distinto, nuevo y fresco. Y así, contraponiéndose, están los hombres y mujeres correctísimos que jamás pensarían en algo así, pero los hay en rosa y en celeste.
Tal vez sean cuestiones de madurez, pero de lo que estoy completamente segura es de que nadie es víctima en este juego, cada uno tiene su parte y si se busca la igualdad del hombre y la mujer se busca completa y sin excusas, y se acepta que las responsabilidades no son de género, sino de ser humano. Que sea o no más cómodo ser hombre o mujer para ciertas cuestiones, ese es otro tema.
Tampoco es cuestión de desmerecer a mi propio género, sino que esto es más bien una contraposición de ideas extremistas. Yo, por mi parte, estoy contenta de haber nacido mujer, con les beneficios y dificultades que esto trae y admito que muchas veces es más fácil aprovecharse del propio sexo, porque tanto hombres como mujeres tienen lo suyo y no creo que tenga nada de malo aprovechar lo que nos fue dado.
Así que lo lamento, pero no Sor Juana, yo no creo que los hombres sean contradictorios, o si lo creo en realidad, pero somos todos contradictorios como personas y vos misma demostrás con tus tres amores no correspondidos, mujer contradictoria, que todos sabemos lo que queremos y, lo que es más importante, sabemos que armas usar para conseguirlo.
Lucia Salas
hoy
hot tengo ganas de dospuntos
nada
dormir mil años
bailar
volar
flotar
planear
tirarme al piso
encontrarme a alguien en el semáforo y cantarle en la cara
que me digas que soy especial
y lo hagas parecer un chascarrillo
semana de la dulzura
que me cuentes todo
que no me cuentes nada
se un misterio para mi
hablar tres horas por teléfono
que me digan lo que quiero escuchar
que me discutas todo
que me regales una flor
una sola porque muchas no me gustan
leer todos los libros
tocar el piano como nadie
pintar con acuarelas
que me mires y me mates
como todos los días
perderme
encontrarme
quedarnos en silencio
recuperar lo que había escrito
destruirlo todo
ser una más
no ser
ser
saber todo
no saber nada
saber todo
nada
y bueno,
nada
nada
dormir mil años
bailar
volar
flotar
planear
tirarme al piso
encontrarme a alguien en el semáforo y cantarle en la cara
que me digas que soy especial
y lo hagas parecer un chascarrillo
semana de la dulzura
que me cuentes todo
que no me cuentes nada
se un misterio para mi
hablar tres horas por teléfono
que me digan lo que quiero escuchar
que me discutas todo
que me regales una flor
una sola porque muchas no me gustan
leer todos los libros
tocar el piano como nadie
pintar con acuarelas
que me mires y me mates
como todos los días
perderme
encontrarme
quedarnos en silencio
recuperar lo que había escrito
destruirlo todo
ser una más
no ser
ser
saber todo
no saber nada
saber todo
nada
y bueno,
nada
uechi-ryu shobukai
Estaba totalmente concentrada en mover el dedo meñique de su pie izquierdo en el medio del dojo con su karategui blanco mientras en el fondo sus compañeros hacían el bunkai de kanshiwa circular, y pensaba en lo ridículamente estrafalarias que sonarían esas palabras para la gente de afuera, como esa gente que cuando le dicen kurosawa y piensa kurosawadebesercomokawasaki,kawasakimoto, motonosenadademotonidekawasakiperosequesonbuenaslaskurosawas.
Y pasaba el tiempo mirando el pie en un contexto de boken, cuyo índice (los dedos de los pies tienen los mismos nombres que los de la mano? no se si se puede señalar con el dedo)era más largo y el que mayor semejanza con la mano de E.T. tenía- Y su meñique tenía una uña diminuta, pero lo único que impostaba era poder moverlo como a un nunchaku dejando quieto todo lo demás.
Terminó el bunkai y siguieron con kata, todos sin prestarle atención, y llegaron las 8 y media y ella siguió ahí, y nadie osó moverla para no distraerla, tanta concentración daba miedo.
Cada vez adquiría mayor maestría en materia de movimientos meñíqueos pédicos, y con la práctica venía la experiencia, hasta que cuando por fin pudo mover el meñique solamente, paró de moverse y el dedo se cayó, y nunca más volvió a crecer.
putana
dia de la tintura
era como cualquier otro, sólo que en ese preciso instante habían decidido que era hora de un cambio.
compraron la tintura, vieron las indicaciones y toda la cháchara y partieron hacia un viaje de colores. La separación del pelo en mechones, la preparación del color, la inclinación de la luz, todo fue cuidadosamente calculado.
Crema por acá, crema por allá, todo el pelo se llenaba de crema mientras de fondo se escuchaba la música elegida. Era una nueva obra de arte, aunque nadie lo creyera.
Siguieron y siguieron, y el tiempo de espera fue respetado con milésimas, pero de lo que no se habían dado cuenta fue que una mota de polvo había caido en la suave cabellera, cambiando la configuración pluscuangenética de todo.
Para cuando lo enjuagaron y reenjuagaron, vieron el verdadero resultado.
Ahora cada día cambia de color, pelo del tiempo de dicen
todos lo siguieron viendo marrón
pero para mi hoy es azul
parting gift
I opened my eyer while you were kissing me once, yost to see how deeply sincere you were with me. I opened them slowly and sweetly, and all I could see was montruously ugly. Everything went cold and your glasses were gone, your ayes looked red, your skin was grey and ypou had scars all over your face, as green as your soul.
And I opened my eyes so widely once that I couldn't believe what you had turned into while I wasn't looking, while my eyes were closed so gently, so lovefully.
I took away my lips and you opened you eyes, and you looked at me as surprised and gorgeous as always, and all I could say was I love what we started, I love you.
More than once
se recomienda mantener los ojos cerrados y no sacar las manos fuera del vehiculo
gracias
la gran crisis!
trelew está pasando una crisis de pizzeras
si señores, así como lo leen, crisis de pizzerias. Una ciudad en la que anteriormente podía encontrarse una pizzería cada cuadra hoy, en pleno julio del 2007, se volvió un cementerio de pizzerías.
Donde antes podían una entrar y sentarse a dizfrutar de una buena pizza sin mucha gente al rededor (dada la abundancia de pizzerías y la escasez de comensales) pueden apreciarse hoy día carteles de cerrado, ventanas tapadas u otros negocios nuevos.
Me parece razonable que se cierre una que otra de las mil pizzerías habidas, porque realmente era algo poco práctico tener más pizzerías que personas, pero lo que no parece lógico es cerrarlas todas a la vez!
imaginen salir del cinedespués de ver una buena película, o aún peor, de una mala pelicula. Lo único que decean es saborear un buen pedazo de pizza en un lugar bien decorado, tomando algo rico y dizfrutando de la buena companía, pero salen a la calle, la poca energía los lleva a ese lugar que antes tanto amaban y se encuentran con cartones de pizza pegados en la pared. "ue buen decorado"piensan algunos, pero cuando quieren abrir la puerta se encuentran con que está cerrado, oh sorpresa. Siguen caminando, buscando por todos lados, ya más que famélicos arrastrándose por el suelo, pero la busqueda no progresa. Un viejo lugar los manda a otra dirección y cuando, esperanzados, llegan al lugar, se encuentran nada más y nada menos que con un delivery! deciden resignarse y pedir algo ahí, comer en casa no es tan malo después de todo, pero un señor en delantal les dice "no, perdón, ya cerramos". Terminás comiendo panchos en tu casa y lavando la cacerola con agua blancuzca que tanto asco te da.
Las tradicionales pizzerías de ayer hoy son simplemente deliverys, deliverys! está bien que comer en la comodidad de nuestros hogares es muy confortable pero, ¿Que fue de las ganas de arreglarse y comer afuera?
por eso amigos les pido, hagamos que revivan las pizzerías! una, dos, tres, mil veces por mes, las que se necestiten para que trelew vuelva a salir a la calle y después no nos quejemos de que "acá no hay nada"
volvamos a las calles, a ponernos lindos, a charlar con luz ténue y que otro nos lave los platos! volvamos a comer afuera, es sano y divertido, y de paso da trabajo. Si todos nos ponemos de acuerdo, podemos encontrar rico y barato, es cuestión de sacarse el pijama y caminar un rato.
SALVEN A LA PIZZERÍAS, ES UN MENSAJE DE PAZ
si señores, así como lo leen, crisis de pizzerias. Una ciudad en la que anteriormente podía encontrarse una pizzería cada cuadra hoy, en pleno julio del 2007, se volvió un cementerio de pizzerías.
Donde antes podían una entrar y sentarse a dizfrutar de una buena pizza sin mucha gente al rededor (dada la abundancia de pizzerías y la escasez de comensales) pueden apreciarse hoy día carteles de cerrado, ventanas tapadas u otros negocios nuevos.
Me parece razonable que se cierre una que otra de las mil pizzerías habidas, porque realmente era algo poco práctico tener más pizzerías que personas, pero lo que no parece lógico es cerrarlas todas a la vez!
imaginen salir del cinedespués de ver una buena película, o aún peor, de una mala pelicula. Lo único que decean es saborear un buen pedazo de pizza en un lugar bien decorado, tomando algo rico y dizfrutando de la buena companía, pero salen a la calle, la poca energía los lleva a ese lugar que antes tanto amaban y se encuentran con cartones de pizza pegados en la pared. "ue buen decorado"piensan algunos, pero cuando quieren abrir la puerta se encuentran con que está cerrado, oh sorpresa. Siguen caminando, buscando por todos lados, ya más que famélicos arrastrándose por el suelo, pero la busqueda no progresa. Un viejo lugar los manda a otra dirección y cuando, esperanzados, llegan al lugar, se encuentran nada más y nada menos que con un delivery! deciden resignarse y pedir algo ahí, comer en casa no es tan malo después de todo, pero un señor en delantal les dice "no, perdón, ya cerramos". Terminás comiendo panchos en tu casa y lavando la cacerola con agua blancuzca que tanto asco te da.
Las tradicionales pizzerías de ayer hoy son simplemente deliverys, deliverys! está bien que comer en la comodidad de nuestros hogares es muy confortable pero, ¿Que fue de las ganas de arreglarse y comer afuera?
por eso amigos les pido, hagamos que revivan las pizzerías! una, dos, tres, mil veces por mes, las que se necestiten para que trelew vuelva a salir a la calle y después no nos quejemos de que "acá no hay nada"
volvamos a las calles, a ponernos lindos, a charlar con luz ténue y que otro nos lave los platos! volvamos a comer afuera, es sano y divertido, y de paso da trabajo. Si todos nos ponemos de acuerdo, podemos encontrar rico y barato, es cuestión de sacarse el pijama y caminar un rato.
SALVEN A LA PIZZERÍAS, ES UN MENSAJE DE PAZ
te tengo
tengo
dos libros tuyos
un cd grabado
antenas luminosas
zapatillas de cordones azules
el sombrero rojo de paja que tanto te gusta
las llaves de tu vieja casa
revistas tuyas de los '20
un sombrero de bombín
una pluma se faisán
tu valija llena de bufandas
en distintos tonos de gris
la lapicera verde cin poderes sobrenaturales
una postal de ese lugar que no existe
te dejaste tus alas de picaflor
tus garras de colibrí,
la afeitadora en la pileta del baño
mamushka con forma de toz
pañuelos de niño cantor
trofeos de guerra
hojas en blanco
zapatos con música de charleston
empanadas caseras
el calor de la punta de tu nariz
que no se compara con el de la estufa,
es mayor.
me quedé tu nombre
tu cara
tu casa
y no pegué la vuelta
tus ganas de mirarte el ombligo
están en el cajón.
los botones perdidos de cuatro hojas
estandartes beduinos
plumas de chacal
purpurina roja
sistas borrascosas
corazones actitudinales,
gordos y flacos
tenedores afrios
manos biónicas
uñas chinescas
tu pelo perdido en la alfombra
murmullos de pared
y el rastro de tu dedo anular
a vos mio no te quedó nada
absolutamente nada,
más que el llavero.
dos libros tuyos
un cd grabado
antenas luminosas
zapatillas de cordones azules
el sombrero rojo de paja que tanto te gusta
las llaves de tu vieja casa
revistas tuyas de los '20
un sombrero de bombín
una pluma se faisán
tu valija llena de bufandas
en distintos tonos de gris
la lapicera verde cin poderes sobrenaturales
una postal de ese lugar que no existe
te dejaste tus alas de picaflor
tus garras de colibrí,
la afeitadora en la pileta del baño
mamushka con forma de toz
pañuelos de niño cantor
trofeos de guerra
hojas en blanco
zapatos con música de charleston
empanadas caseras
el calor de la punta de tu nariz
que no se compara con el de la estufa,
es mayor.
me quedé tu nombre
tu cara
tu casa
y no pegué la vuelta
tus ganas de mirarte el ombligo
están en el cajón.
los botones perdidos de cuatro hojas
estandartes beduinos
plumas de chacal
purpurina roja
sistas borrascosas
corazones actitudinales,
gordos y flacos
tenedores afrios
manos biónicas
uñas chinescas
tu pelo perdido en la alfombra
murmullos de pared
y el rastro de tu dedo anular
a vos mio no te quedó nada
absolutamente nada,
más que el llavero.
escuela
La parábola moderna de la legitimidad está marcada por una doble paradoja. Esta resulta ser el advenimiento de una parálisis escatológica de origen medieval que consiste nada más y nada menos en la base de las teorías hegelianes más simples, aquellas que hablan de los paradigmas como vectores triangulares representados en el espacio como movimientos seculares en forma de rombo.
De esta aclamada conclusión se desprende indudablemente la realidad a la cual está sostenido el paradigma del detrifico pastaflórico, el cual no escapa al universo de descartes en el cual todo se explica con el simple silogismo "cogito ergo sum".
Pero recordando que Descartes y Hume poseian entre ellos unas rivalidades dignas del cantar de Roncesvalles, podríamos afirmar con toda certeza que sus teoría, teoremas y demás familiares participan su deceso, el del racionalismo y el empirismo y todas aquellas teorías quimico eléctricas de Faraday y sus coeficientes de rendimiento, los cuales se denotan con una letra muy congruente al la conocida ene, sólo que está en procesión de una muy rimbombante patachueca formada por un nitrilo y un aminoácido unidas ambas por puentes de hidrógenos resistentes a la enzima Eco800 y demás artilugios cónvavos y convexos.
yo te bautizo Escuela secundaria en el nombre del padre, el hijo y Tomás Moro el Santo
De esta aclamada conclusión se desprende indudablemente la realidad a la cual está sostenido el paradigma del detrifico pastaflórico, el cual no escapa al universo de descartes en el cual todo se explica con el simple silogismo "cogito ergo sum".
Pero recordando que Descartes y Hume poseian entre ellos unas rivalidades dignas del cantar de Roncesvalles, podríamos afirmar con toda certeza que sus teoría, teoremas y demás familiares participan su deceso, el del racionalismo y el empirismo y todas aquellas teorías quimico eléctricas de Faraday y sus coeficientes de rendimiento, los cuales se denotan con una letra muy congruente al la conocida ene, sólo que está en procesión de una muy rimbombante patachueca formada por un nitrilo y un aminoácido unidas ambas por puentes de hidrógenos resistentes a la enzima Eco800 y demás artilugios cónvavos y convexos.
yo te bautizo Escuela secundaria en el nombre del padre, el hijo y Tomás Moro el Santo
mundoempanada
Me imaginé un mundo y se los comparto un poco, dale?
En mi mundo, para empezar, no se usan palabras como hermoso, gratificante o otras cosas tan académicas, en mi mundo se usa lindo o linda, palabras dulces y simples que pueden decir muchas cosas lindas y todavía dejar tiempo para poder mirara para todos lados y sonreir.
En mi mundo se sonríe mucho y de muchas formas. Se sonríe porque hay chistes varios, se sonríe como cuando te acordás de algo lindo, se sonríe como en una tira de Liniers y de todas las formas del mundo mi mundo.
Las paredes de los cuartos son lilas todas y cuando entrás hay tanta paz que te hace flotar hasta la cama con cubrecamas blanco de algodoncitos. En esas coamas de algodoncitos se leen novelas dulces que te hacen meterte en otros mundos, todos igual de buenos, y en esos libros no hace falta saltearse hojas hasta las partes lindas.
Todos se quieren con cariño suavizado, y todos están enamorados de todos por igual pero ninguno hace lio por eso, todos se quieren y se gustan y eso es lo lindo de la cuestión. En mi mundo no hay celos, se sabe compartir pero también se abe cuando hay que estar solo.
Siempre pero siempre hay sopa para comer, sopa tibiecita que te calenta el alma.
Toda la ropa es linda y como vos quieras, y no hay que comprarla porque aparece sola en el placard, así, de la nada. Hay varios sombreros, pero esos aparecen en los percheros junto con los paraguas. Siempre hay un paraguas olvidado en algún café con olor a chocolate para el que lo necesite, y siempre se les puede dar un propio funeral cuando están cansados.
Si supieras la cantidada de amigos que hay no lo podrías creer, son re poquitos pero son todos buenos amigos, y siempre te alcanza el tiempo para verlos a todos, y siempre es como si los acabaras de ver.
Llorás nada más cuando querés, y si es de alegría mejor. De vez en cuando hay algún drama para dar color pero eso si, siempre lindo.
Cada uno hace lo que quiere pero eso nunca es perder el tiempo. No necesitas que te vendan zapatillas para hacer nada porque todas las cosas, si sirven para algo, no sirven.
Todos los lugares son viejos y tienen escondites que nadie conoce, y si querés los podés pasar volando sin ningún problema.
Nada pero nada es real en mi mundo porque está todo dibujado con colores pastel, y lo único que se puede hacer para aburrirse es molestar a los demás.
Que lindo es cuando te empapa la cratividad dulce
me encanta cuando te envuelve una nube y te sentís obligada a mirar para arriba o hacia la nada, mirada perdida, pensando en cualquier cosa y te podés perder por horas haciendo lo mismo
y no importa que la luz sea natural o artificial, proque es luz, aunque natural es mejor.
acá está,
vamos?
En mi mundo suenan siempre canciones dulces con soniditos de piano enamorados
que se casó con un del-fin
cuando estaba en buenos aires me parece que fumé mucha contaminación ambiental
he aquí la respuesta:
había una vez-truz, que se caso con un...
con un vendedor de bienes raices, pero como nunca logró entender por qué chirimbolo se dice "bienes raices", una nube de secreto siempre flotó sobre ese matrimonio.
La nube se hizo más grande y obtuvo una gran carga eléctrica (q), toda negra y blanca hasta que un día explotó y se le vino la lluvia a la pareja.
Tardaron muy poco en separarse, y todo proque nadie le dijo que también se podía decir "inmobiliaria", lo cual es más facil ya que las casas no se mueven, a no ser que seas como Björk y vivas en un barco, ahí ya es más dificil.
Al fin y al cabo, se hubieran separado igual.
Algunas parejas son así
y justo va con la fecha
he aquí la respuesta:
había una vez-truz, que se caso con un...
con un vendedor de bienes raices, pero como nunca logró entender por qué chirimbolo se dice "bienes raices", una nube de secreto siempre flotó sobre ese matrimonio.
La nube se hizo más grande y obtuvo una gran carga eléctrica (q), toda negra y blanca hasta que un día explotó y se le vino la lluvia a la pareja.
Tardaron muy poco en separarse, y todo proque nadie le dijo que también se podía decir "inmobiliaria", lo cual es más facil ya que las casas no se mueven, a no ser que seas como Björk y vivas en un barco, ahí ya es más dificil.
Al fin y al cabo, se hubieran separado igual.
Algunas parejas son así
y justo va con la fecha
trillado
en el mundo hay millones y millones de personas
todo escritor, a lo largo de su vida, escribió alguna vez algo sobre esto
y es que es un fenómeno tan grande, tan impresionante, que te asfixia
así como yo, hay millones de personas que respiran exáctamente al ritmo que yo respiro
que cierran los ojos con la misma frecuencia
que están escuchando esta misma canción
por donde yo caminé hubo por lo menos un millón de pasos
que hermosos numero que puede ser un millón
yo estoy sentada acá, en esta computadora, y josi está en alemania, miles y miles de kilómetros y sin embargo alguna vez nos encontramos
mi familia está tan lejos y sin embargo
está a un pensamiento de distancia
y los amigos?
es increible como pueden encontrarse dos personas que se caigan igual de bien, dos personas que se lean la mente, que se roben los comentarios
que puedan decir "estaba segura de que ibas a decir eso!"
no hay nada más mágico que decir algo al unísino con un amigo
la primera vez que pasa te das cuenta de verdad, que tan conectados están
y se miran, se entienden y se aceptan, un poco de uno en el otro
y cuando la gente se enamora?
nunca se les ocurrió pensar que dificil que parece que justo, entre todos los millones de personas que existen en el mundo, justo la persona que amás, eté enamorada de vos?
y así hay millones
millones
puede ser trillado pero
realmente me llena
saber que mientras yo tecleo la letra c
millones de manos la teclean
para decir millones de cosas
estaremos diciendo al fifn todos lo mismo?
es posible que millones seamos uno
sólo uno
una letra c
para escribir colectivo
a ti.
(salí de la camioneta
la dejé prendida
y pasó un buen rato hasta que recordé
que era yo quien manejaba
y yo quien debía sacar la llave)
encontrarse reflejado en los ojos de otro
estás charlando, amena conversación
y de repente te ves ahí, en los ojos de otra persona, la persona que te habla
te gustan esos ojos, no te da miedo mirarlos al hablar,
pero nunca te habías visto ahí adentro, brillante
intermitente
abrís bien tus ojos
y ahí estás, ya no ves los ojos
te ves a vos
te ves mirando a otro
pero no te ves como vos te ves
te ves con sus ojos, su curvatura
su brillo, su color
tan distinto al tuyo pero tan igual
es sorprendente
¿por qué la gente mira a los ojos cuando habla?
¿por qué no a la boca, fuente de sonido?
será para verse a uno mismo
"te miro y me miro a mi misma"
nunca la frase había sido tan veradera
y sin embargo el otro te sigue mirando
con atención
con los ojos bien abiertos, mirando tus ojos
tus ojos bien abiertos mirando sus ojos
bien abiertos mirando tus ojos
mirando
ya no hablando
la conversación cesa pero siguen mirando
ya no importa el sonido
es que se ven en los ojos del otro
se ven
me veo
debe ser por eso que la gente mira a los ojos.
la dejé prendida
y pasó un buen rato hasta que recordé
que era yo quien manejaba
y yo quien debía sacar la llave)
encontrarse reflejado en los ojos de otro
estás charlando, amena conversación
y de repente te ves ahí, en los ojos de otra persona, la persona que te habla
te gustan esos ojos, no te da miedo mirarlos al hablar,
pero nunca te habías visto ahí adentro, brillante
intermitente
abrís bien tus ojos
y ahí estás, ya no ves los ojos
te ves a vos
te ves mirando a otro
pero no te ves como vos te ves
te ves con sus ojos, su curvatura
su brillo, su color
tan distinto al tuyo pero tan igual
es sorprendente
¿por qué la gente mira a los ojos cuando habla?
¿por qué no a la boca, fuente de sonido?
será para verse a uno mismo
"te miro y me miro a mi misma"
nunca la frase había sido tan veradera
y sin embargo el otro te sigue mirando
con atención
con los ojos bien abiertos, mirando tus ojos
tus ojos bien abiertos mirando sus ojos
bien abiertos mirando tus ojos
mirando
ya no hablando
la conversación cesa pero siguen mirando
ya no importa el sonido
es que se ven en los ojos del otro
se ven
me veo
debe ser por eso que la gente mira a los ojos.
compro el tiempo y el espacio
El señor (sin mayúsculas por favor!) estacionó su modesto pero bien cuidado autito azul en el centro. Hacía mucho que no visitaba Trelew, las ciudades siempre le habían dado un poco de miedo, o capaz no miedo pero ese nosequé que les agarra a todos los señores de pueblo de los cuentos.
Estacionó reglamentariamente frente al Trelew Tennis Club, tan distinto ahora con sus toldos de color, sus mesas afuera y sus chicas vestidas de colores de primavera comiendo pizzetas calintes. %o centímetros del de adelante, 50 del de atrás y 20 del cordón, todo un chiche.
Se bajó despacito, aunque ese día, justo para él, no corrie ael usual viento huracanado.
Se quedó mirando a una chica, una chica con chaleco naranja, naranja fuerte que lo hizo pensar en la moda y otras liviandades... alberdi...
La chica naranja fuerte iba caminando directa directamente hacia él con una riñonera cruzada en el pecho y una cara de viento que no sopla.
-buenos días señor
-buenos días señorita ¡qué lindo día tenemos hoy!
-si bueno, ¿cuanto?
-cuánto qué?
-cuanto se va a quedar...
-y... unas horas pero...
-¿unas? ¿dos?¿tres?
-y... es que no se... no pensé bien porque quería...
-le doy tres, cuatro palelitos?
-¿papelitos?
-si, horas
-¿tres cuatro horas?
-si, horas, omé tres y después me avisa cualquier cosa
-pero...
-para estacionar el auto señor...
-usted me vende horas de... ¿tiempo?
-si, tres horas. uno cincuenta por favor.
-por tres horas? ¿eso vale el tempo?
-acá vale eso el tiempo, en Madryn es u poco más caro
-¿el tiempo de los madrynenses vale más?
-si, si, tome
-Usted me vende horas ¿no? entonces... ¿cuantas horas tiene mi día?
-y... haciendo las cuentas... ¡veinticuatro horas señor! ¿cuántas si no?
-pero entonces no me vende nada...
-horas, horas de estacionamiento
-y yo puedo hacer lo que quiera en esas horas?
-si...
-¿todo?
-y... matar, robar, no la verdad que no...
-no claro, eso no... pero ¿y lo demás?
-puede saltar arriba del semáfoto si le da la cadera... uno cincuenta por favor.
-pero...
-uno cincuenta, gracias
-no, pero...
-mire. Está llegando gente, ¿sabe una cosa? yo le regalo tres horas y usted las usa como quiera, para lo que más le guste...
-pero nena---
- y después le pregunta a alguien, con mucha paciencia, de que se trata esto ¿si? Buenos días
-no nena, no, ¡nena!
El señor se quedó quieto. Le acababan de verder tiempo, ¡tiempo! ustedes saben lo que es eso?
Ahora se vende todo pensó, hasta el tiempo se vendía en Trelew... primero espacio...después tiempo.
Mejor, volver al pueblo
(hoy me quiero más)
El viento nunca había soplado así
así de fuerte
de sucio
y justo les tocaba llevar pollera
soplaaba, soplaba
primero se llevó la pollera,
después las piernas y,
poco a poco, se la llevó toda
pero bueno, un cuerpo más, un cuerpo menos
en s caso, lo que importa no es el embase.
Trelew, hoy estás...
trelew hoy estás...
hoy estas...
horrible!
con tu gente y tus ruidos
con tu cemento de engrudo
tus campañas pilíticas
tu aire frio de primavera
y ese algo en el aire
con esa vieja del quiosco
que se regodea de ser capitalista
con colmillos
caminamos por tus calle con tus luces ya prendidas
recorrimos esas esquinas de otras tardes,
tardes de paraguas,
tardes de insomnio
cuando eras otra trelew
cuando eras trelew
y podíamos mirarnos
y decirnos
y corrernos
y
vos no eras así trelew
capaz mañana me levante
y tos calles se vuelvan amarillas
las paredes plateadas
y me dolería menos que esto,
mucho menos
hoy estas...
horrible!
con tu gente y tus ruidos
con tu cemento de engrudo
tus campañas pilíticas
tu aire frio de primavera
y ese algo en el aire
con esa vieja del quiosco
que se regodea de ser capitalista
con colmillos
caminamos por tus calle con tus luces ya prendidas
recorrimos esas esquinas de otras tardes,
tardes de paraguas,
tardes de insomnio
cuando eras otra trelew
cuando eras trelew
y podíamos mirarnos
y decirnos
y corrernos
y
vos no eras así trelew
capaz mañana me levante
y tos calles se vuelvan amarillas
las paredes plateadas
y me dolería menos que esto,
mucho menos
Todos perdemos, Trelew
hola Trelew, que te pasa? te atrapó el futbol?
se nota, la verdad que estás como apagada y prendida
y te brillan unas luces fosforescentes que yo no se,
la verdad que hasta tenés más cabinas telefónicas que antes
y a tus malabaristas no les dan ni la hora
te vi el otro día, por la calle
pero vi que estábamos solos proque todos los demás
estaban ahí adentro, en los barcitos
mirando el deporte che, que loco
mirá como se orientan las cabezas hacia la estela luminosa del televisor televisión
y salen colores verdes, de pasto si, pasto con botines
y no es que me moleste, no señor
pero me extraña un poco
será que la gente no tiene tele o
que no le gusta mirar la tele sola en su casa?
y fijate por un segundo en esa pareja que está ahí,
la cabeza de ella en el hombro de él
un momento romántico a lo soriano
la verdad que qué moderna la ciudad!
y nosotros los miramos, claro
los observamos, analizamos
les sacamos fotos
"disculpe señor, le puedo sacar una foto desde acá?"
claro, si para nosotros es toda una fiesta
futbol, cabezas, televisión, silencio, de todo
hay algo para todos
para los que miran y los que observan
los que juegan ya sabán que hacen, a demás de futbolear
ellos no viven tus luces fluorescentes, Trelew,
pero cuando ganan, a todos nos fue bien en el partido
miércoles, 26 de septiembre de 2007
El cumpleaños de 80
Comienza el cumpleaños en la casa de Pura, pirucha para los amigos y amigas, para las amigas más que nada. LLgan una a una las amigas de toda la vida, señoras paquetas de trajes elegantes y cabellos bien peinados, con regalos exóticos y masas finas para tomar el te.
Una a una se sientan las señoras en los sillones tapizados con fino terciopelo y apollan sus zapatos de tacos medianos en la alfombra persa, objeto del cual todas disfrutan en sus casas, como es debido.
Las señoras están ahí para homenajear a la cumpleañera en sus tan esperados 80 años. Todas esperaban con ansia este momento de reunion para verse entre todas y ver, por fin, lo mal que están las otras. Estiradas exageradamente o demasiado arrugadas, pintadas en exceso o descuidadas, mal vestidas o demasiado modernas, nadie escapa de la mente de estas señoras de sociedad, ni de sus lenguas si se encuentras de a grupos más reducidos.
Porque estas señoras, señores, no están constantemente juntas. Suelen juntarse en grupos más chicos, lejos de la manada, en lugares públicos concurridos por gente bien. Y es allí que estiran su lengua, la ejercitan con el fin de que no se entumesca con los años, un órgano vital no puede quedarse en el olvido.
Las señoras beben te inglés y comen masas finas mientras discuten el futuro de alguna pobre shiquilla embarazada, siempre encuentrar alguna de estas para ensalsar la tarde. Indignadas las señoras de las relaciones prematrimoniales, las que por supuesto todas practicaron pero ninguna jamás se atreverá a confesar. Todas ellas debieron casarse al encontrarse su enamorado enfermo, tras alguna carta de las autoridades militares en la que pedía explisitamente su traslado inmediato para la boda y cuidados del futuro marido. Como cualquier chica bien.
Charlan las señoras mientas en el balcón cae la tarde y los nietos de Piru corren por el jardí. Que grandes los chicos, esta es la hija de gaby? y el hijo? pero por Dios que grandes, que lindos tus chicos. Y el divorcio de Gaby se salva, porque Gaby está ahí y no tendría problema en defenderlo.
Siguen las masas y las charlas, y las señoras están cada vez en mejor estado. En el cumpleaños los nietos encienden las cámaras y son tan malvadas estas señoras que sus ojos son los únicos en salir rojos en todas y cada una de las fotos.
En la cocina los nietos más grandes charlan e intercambian recuerdos de sus vidas. Realmente a ninguno le interesa escuchar, pero todos quieren hablar y mostrar quien es el más ocurrente, el más divertido, el menos trastornado en una famlia de locos, con abuelas y sus amigas las arpías.
Aunque parezca mentira, una a una se van retirando los vampiros, a descansar que al otro día hay que seguir con la tarea, porque alguien tiene que hacerlo y no cualquiera tiene el estado necesario. Se fueron yendo con sus perfumes franceses y telas italanas, bajando por el ascensor con botones dorados hasta las puertas de caoba de uno de los edificios más tradicionales de la ciudad. Y no podría ser de otra manera.
El ambiente se limpió igual que la bandeja de masas finas, y aunque el peligro había pasado, los sillones sentíanque en cualquier momento, no muy lejano, volverían a absorver las miserias de la anciana clase alta.
martes, 25 de septiembre de 2007
Doña Valentina
Doña Valentina se levantó a la mañana y vio la luz que se filtraba por la ventana. Se puso las pantuflas y se acomodó el camisón largo para poder levantarse bien.
Se estiró un poco y fue al placar a buscar algo que ponerse a pasos cortitos y elegantes. Después de mucho pensar, pasando sus manos arrugadas por sus trajecitos de primavera eligió una pollera verde musgo y una blusa color marfil, que con el broche dorado de perlas quedada divino.
Doña Valentina se acomodó en el banquito frente al espejo y se miró un rato. Se peinó contenta, porque su pelo estaba más que manejable y su piel se veía radiante, como respondiendo al sol.
Se coloreó las mejillas, lo infaltable. Los labios, los ojos. Se pintó las cejas mientras pensaba en sus nietos, en las clases de natación y los médicos. En dos días la operaban y todavía no había hecho el bolso, pero ya tendría tiempo para eso. Lo único que importaba era que Marquitos tenía un torneo de carate el fin de semana y la iba a hacer sentir la abuela más importante del mundo, como siempre.
Terminó con su cara y eligió un collar que hiciera juego. Se levantó para verse, disfrutar su imagen un ratito, ahora que tenía tiempo. Le encantaba verse así, tan arreglada y en primavera.
Miró su reloj Cartier. En media hora sería tiempo de levantarse.
Se sentó de nuevo, se sacó la pintura primero, después las joyas y por último la ropa. Colgó todo cuidadosamente y se metió en la cama, a esperar y pensar en si misma.
Doña Valentina tenía 7 nietos y era en realidad Marquitos. Doña Valentina había muerto hacía algunas semanas y el menor, Marcos, había dormido en su cuarto desde entonces.
Ellos se amaban como abuela y nieto, ella le había dejado algo suyo dentro, algo grande. El sabía que era varón y no podía ser su abuela, pero cada mañana le devolvía la vida un poquito, media hora para llevarla a la habitación.
Doña Valentina vivía poco tiempo por día pero era feliz así. Ya casi era hora de levantarse, así que se disfrazó de Marquitos esta vez.
Doña Valentina se levantó por segunda vez y abrió la puerta de su habitación, pensando en sus nietos y la peligrosa operación. Pensaba en Marquitos, que tanto la quería y visitaba. Doña Valentina abrió la puerta y Marquitos la cerró, pensando en jugar a la pelota y en su abuela valentina, ella sola habría entendido que se vistiera de señora y después se disfrazara de nene, que leyera libros grandes. Después de todo, ellos siempre se habían dado la vida.
Se estiró un poco y fue al placar a buscar algo que ponerse a pasos cortitos y elegantes. Después de mucho pensar, pasando sus manos arrugadas por sus trajecitos de primavera eligió una pollera verde musgo y una blusa color marfil, que con el broche dorado de perlas quedada divino.
Doña Valentina se acomodó en el banquito frente al espejo y se miró un rato. Se peinó contenta, porque su pelo estaba más que manejable y su piel se veía radiante, como respondiendo al sol.
Se coloreó las mejillas, lo infaltable. Los labios, los ojos. Se pintó las cejas mientras pensaba en sus nietos, en las clases de natación y los médicos. En dos días la operaban y todavía no había hecho el bolso, pero ya tendría tiempo para eso. Lo único que importaba era que Marquitos tenía un torneo de carate el fin de semana y la iba a hacer sentir la abuela más importante del mundo, como siempre.
Terminó con su cara y eligió un collar que hiciera juego. Se levantó para verse, disfrutar su imagen un ratito, ahora que tenía tiempo. Le encantaba verse así, tan arreglada y en primavera.
Miró su reloj Cartier. En media hora sería tiempo de levantarse.
Se sentó de nuevo, se sacó la pintura primero, después las joyas y por último la ropa. Colgó todo cuidadosamente y se metió en la cama, a esperar y pensar en si misma.
Doña Valentina tenía 7 nietos y era en realidad Marquitos. Doña Valentina había muerto hacía algunas semanas y el menor, Marcos, había dormido en su cuarto desde entonces.
Ellos se amaban como abuela y nieto, ella le había dejado algo suyo dentro, algo grande. El sabía que era varón y no podía ser su abuela, pero cada mañana le devolvía la vida un poquito, media hora para llevarla a la habitación.
Doña Valentina vivía poco tiempo por día pero era feliz así. Ya casi era hora de levantarse, así que se disfrazó de Marquitos esta vez.
Doña Valentina se levantó por segunda vez y abrió la puerta de su habitación, pensando en sus nietos y la peligrosa operación. Pensaba en Marquitos, que tanto la quería y visitaba. Doña Valentina abrió la puerta y Marquitos la cerró, pensando en jugar a la pelota y en su abuela valentina, ella sola habría entendido que se vistiera de señora y después se disfrazara de nene, que leyera libros grandes. Después de todo, ellos siempre se habían dado la vida.
politica de domingo
Cena de Domingo por la noche, siempre igual. Las peores horas de la semana, todas juntas en una sola noche de fatiga y ganas de morir profundas y pronunciadas.
Esa noche, aunque de elecciones, era exactamente igual a todas las demás. Todo el día queriendo hacer algo, algo distinto, pero al final no se animaba, a ver si todavía el tiempo no le daba y le jugaba una mala pasada por esa hibridez deforme de tener un día de fin de semana y una noche semanal.
Sentados, uno en cada punta, comiendo y escuchando el sonido del reloj-corazón delator que les gritaba que estaban comiendo a las 8. Si, a las 8, gente grande comiendo a las 8 un fin de semana, o día de semana, pero a las 8.
Los cubiertos no rechinaban contra el plato porque era de plástico, plástico blanco con flores. Bebían vino de caja en vasos marrones de vidrio opaco.
Comer y no charlar, esa era la rutina. Pero ese día se sabrían los resultados de las elecciones, eso daba de qué hablar. Pero no, en la mesa no se habla, en la casa no se habla, desde el anillo, la iglesia, los chicos, no se habla.
Vivían muy cerca del acto triunfal, por las ventanas se filtraban los vitores del ganador.
Estela comía de a pedacitos chiquitos y se imaginaba 48 formas de aniquilar a su marido, pero como había perfeccionado tanto la técnica necesito, esta vez, pensar 20 formas con la derecha, 20 con la izquierda y 8 libres, para hacerlo más entretenido, digo.
El discurso rozaba las cortinas de tela plástica.
"y estoy muy agradecido por esta segunda oportunidad que..."
Y clara siguió un poco más, hasta llegar a la número 60, y fue por lo que decidió levantarse rápido y clavarle un tenedor cerca de la epiglotis y otro en la yugular. Era básico, tan simple que daba gusto.
"y yo y mis compañeros les..."
Qué bueno era volver a lo básico, reconfortante.
"porque nosotros sabemos lo que el pueblo necesita"
Y él se merecía lo básico, nada más. Esa camisa mediocre de cuadritos, abultada a la altura de la panza y manchada con agua y nosequé, con sus botones horrendo y un cartoncito en el bolsillo. Y no olvidemos el peinado, tan sucio y desproloji, grasoso y duro el pelo.
"nosotros queremos gobernar como lo que somos todos, gente honesta"
Tan miserable había sido su vida con él, tan aburrida e insulsa. Planear matarlo era la diversión mas sana y dulce de todas. Podía permitirse comer con una sonrisa de vez en cuando, esa comida barata, que no había problema, él ni se daba cuenta.
De nada.
De nada.
"porque nosotros sabemos que el pueblo es gente buena"
Y la educación insuficiente que le había dado a sus hijos.
"gente altruista"
Y cómo trataba a sus hermanos
"gente emprendedora"
Y sus inexistentes ganas de superarse
"en fin, gente de bien"
Y encima lo quería.
"vamos a trabajar todos juntos"
Y el tenedor en la epiglotis, y el cuchillo en la yugular.
"para un futuro mejor"
Para un futuro mejor, así nomás, sin mucho esfuerzo.
miércoles, 12 de septiembre de 2007
La piedrita
Abrió la reja y sacó el carrito. Cuando la quiso cerrar se trabó, por el óxido que la atacaba cada día.
Le costó un poco, pero al fin se llevó al nene a pasear.
Era difícil maniobrar el carrito por las veredas rotas y con esas chancletas que tanto se le salían, pero daba igual si podía llevarlo con ella a pasear.
A demás, su hija no podía estar encargándose siempre de él, con la facultad y el trabajo, ya bastante que había seguido estudiando. Y era joven la pobre, ¿por qué se iba a perder tantas cosas lindas que le tocaban vivir? Si, para eso estaba ella, que ya las había vivido todas, de todos los colores y sabores.
Iba con su pollera de flores y su remera marrón, la de los brillitos que tanto le gustaban, porque estaba lindo afuera y aunque le doliera la cadera por la humedad, quería pasear igual.
Las piernas también le dolían, y las espalda, las manos, el pelo, las cejas, todo. La plata de la jubilación no le alcanzaba para nada y el remedio la hacía toser. Pero un día se había pedido a si misma comprar la remera, y estaba lindo afuera para pasear con el nieto que Dios le dio.
Le gustaba pasear, le daba tiempo para pensar. Caminaba arrastrando el carrito, el nene no lloraba. Todos los demás lloraban, sus amigas viudas, las chicas abandonadas, los otros bebés, todos menos su nieto...
Siguieron y subieron despacito uno a uno los escalones de los puentes que pasaban sobre el tren. Escaloncito por escaloncito subían, como debe ser.
Cuando al fin llegaron arriba, a la mitad del puente, pararon a descansar.
Pasó un tren
Pasó otro tren para el otro lado
Seguían descansando, y la verdad que estaban cansados. Hacía calorcito de invierno. e dolía la espalda. El esposo de su mejor amiga acababa de morir. El hijo de su vecina acababa de morir. No le importaba para nada quien acababa de morir. Su hija estaba en realidad sin trabajo. Su mamá no podía caminar, y ella iba por el mismo camino. Su hermana nunca había aceptado ser pobre. Su hija estaba en la casa con un tipo. Hacía calorcito.
La gente a veces moría en las vías del tren.
Se quedaron descansando.
-Esperemos que pase otro tren bebé.
Y se quedaron.
Tarareaba, tarareaba para el bebé.
-Mañana va a llover.
Ella tarareaba y el bebé no lloraba.
Seguía y seguía, hasta escuchar al tren. Tarareó más fuerte y el bebé siguió callado.
Lo alzó con cuidado, esperó a que el tren pasara.
Pasó por debajo del puente el tren, y ella lo tiró, como si fuera una piedrita gris, y lo vio rebotar contra el metal y caer en sus amigas piedras. Y no hizo nada de ruido.
Igual hacía calorcito.
Le costó un poco, pero al fin se llevó al nene a pasear.
Era difícil maniobrar el carrito por las veredas rotas y con esas chancletas que tanto se le salían, pero daba igual si podía llevarlo con ella a pasear.
A demás, su hija no podía estar encargándose siempre de él, con la facultad y el trabajo, ya bastante que había seguido estudiando. Y era joven la pobre, ¿por qué se iba a perder tantas cosas lindas que le tocaban vivir? Si, para eso estaba ella, que ya las había vivido todas, de todos los colores y sabores.
Iba con su pollera de flores y su remera marrón, la de los brillitos que tanto le gustaban, porque estaba lindo afuera y aunque le doliera la cadera por la humedad, quería pasear igual.
Las piernas también le dolían, y las espalda, las manos, el pelo, las cejas, todo. La plata de la jubilación no le alcanzaba para nada y el remedio la hacía toser. Pero un día se había pedido a si misma comprar la remera, y estaba lindo afuera para pasear con el nieto que Dios le dio.
Le gustaba pasear, le daba tiempo para pensar. Caminaba arrastrando el carrito, el nene no lloraba. Todos los demás lloraban, sus amigas viudas, las chicas abandonadas, los otros bebés, todos menos su nieto...
Siguieron y subieron despacito uno a uno los escalones de los puentes que pasaban sobre el tren. Escaloncito por escaloncito subían, como debe ser.
Cuando al fin llegaron arriba, a la mitad del puente, pararon a descansar.
Pasó un tren
Pasó otro tren para el otro lado
Seguían descansando, y la verdad que estaban cansados. Hacía calorcito de invierno. e dolía la espalda. El esposo de su mejor amiga acababa de morir. El hijo de su vecina acababa de morir. No le importaba para nada quien acababa de morir. Su hija estaba en realidad sin trabajo. Su mamá no podía caminar, y ella iba por el mismo camino. Su hermana nunca había aceptado ser pobre. Su hija estaba en la casa con un tipo. Hacía calorcito.
La gente a veces moría en las vías del tren.
Se quedaron descansando.
-Esperemos que pase otro tren bebé.
Y se quedaron.
Tarareaba, tarareaba para el bebé.
-Mañana va a llover.
Ella tarareaba y el bebé no lloraba.
Seguía y seguía, hasta escuchar al tren. Tarareó más fuerte y el bebé siguió callado.
Lo alzó con cuidado, esperó a que el tren pasara.
Pasó por debajo del puente el tren, y ella lo tiró, como si fuera una piedrita gris, y lo vio rebotar contra el metal y caer en sus amigas piedras. Y no hizo nada de ruido.
Igual hacía calorcito.
Corriente
La verdad que su vida era bastante aburrida. Todos los días ese ir y venir ínfimo tan rutinario que a cualquiera volvería loco, pero a él le encantaba, le daba seguridad y le hacía creer que estaba haciendo algo útil.
No era el único, por supuesto, había muchos haciendo eso mismo, con la misma actitud, las mismas expectativas, el mismo todo, era uno en millones, uno más, sin destacarse para nada.
Un día, el menos pensado, el más común de todos, la conoció. Estaba de pasada, pero no le importó mucho: para él, todos tenían su misma tarea, todos eran iguales, todos eran uno. Se conocieron en el río, un día en que la corriente estaba particularmente débil. Ella descansaba, descansaba tranquila mientras el la miraba en su ir y venir, sin poder decirle nada más que "hola" o "vos no sos de acá ¿no?. Si hubiera sido por iniciativa de él, nunca hubieran empezad una conversación coherente. Ella, tan explosiva, tan impulsiva, fue a hablarle al caer en la cuenta de lo que él pretendía hacer. Y, para que sepan, darse cuenta de lo que él quería hacer, con tanta timidez rutinaria, era todo un logro.
Comenzaron paseando un poco, hablando de la vida, asuntos triviales como las piedras, el pasto, el calor, esas cosas ¿viste? Nada del otro mundo, pero que con una buena sonrisa parecen las conversaciones más profundas del universo.
Ella hablaba tanto que en unos momentos se contaron sus vidas enteras. Claro, ella hablaba rápido y sin pausas, él no tenía absolutamente nada que decir.
Hicieron de todo juntos, se predijeron el futuro, miraron las formas de las nubes, todo, tanto que él ya se había imaginado una vida juntos, un espacio amplio, algunos chiquitos, tardes enteras bajo el Sol y, por ahí en invierno, llegar a tocar el agua congelada. Siempre había deseado tocar el agua congelada, pero en todas las oportunidades le había dado un miedo terrible de congelarse el también, así, como por arte de magia.
Ahora que la había conocido, no tenía miedo a nada. Era tan chispeante, tan llena de vida que lo contagiaba como nunca nadie lo había contagiado. Si llegaban a tener chicos, quería que fueran como ella, intrépidos y temerarios.
Se hicieron mil promesas, mil juramentos, se dieron todo, se contaron todo, vivieron todo.
Pero un día, un día correntoso, el despertó y ella ya no estaba ahí.
-y ¿qué pasó?
-y... yo soy una onda ¿viste? yo no me muevo mucho, siempre vuelvo a mi lugar al final, ya senté cabeza. Pero ella, ella no. Era tan eléctrica, movediza, incesante, nunca paraba de moverse. Ella era fluir de agua. Ahora debe estar por Rawson, o llegando al mar, no se. O tal vez es otra onda, la verdad no se, no se si se puede hacer eso.
No era el único, por supuesto, había muchos haciendo eso mismo, con la misma actitud, las mismas expectativas, el mismo todo, era uno en millones, uno más, sin destacarse para nada.
Un día, el menos pensado, el más común de todos, la conoció. Estaba de pasada, pero no le importó mucho: para él, todos tenían su misma tarea, todos eran iguales, todos eran uno. Se conocieron en el río, un día en que la corriente estaba particularmente débil. Ella descansaba, descansaba tranquila mientras el la miraba en su ir y venir, sin poder decirle nada más que "hola" o "vos no sos de acá ¿no?. Si hubiera sido por iniciativa de él, nunca hubieran empezad una conversación coherente. Ella, tan explosiva, tan impulsiva, fue a hablarle al caer en la cuenta de lo que él pretendía hacer. Y, para que sepan, darse cuenta de lo que él quería hacer, con tanta timidez rutinaria, era todo un logro.
Comenzaron paseando un poco, hablando de la vida, asuntos triviales como las piedras, el pasto, el calor, esas cosas ¿viste? Nada del otro mundo, pero que con una buena sonrisa parecen las conversaciones más profundas del universo.
Ella hablaba tanto que en unos momentos se contaron sus vidas enteras. Claro, ella hablaba rápido y sin pausas, él no tenía absolutamente nada que decir.
Hicieron de todo juntos, se predijeron el futuro, miraron las formas de las nubes, todo, tanto que él ya se había imaginado una vida juntos, un espacio amplio, algunos chiquitos, tardes enteras bajo el Sol y, por ahí en invierno, llegar a tocar el agua congelada. Siempre había deseado tocar el agua congelada, pero en todas las oportunidades le había dado un miedo terrible de congelarse el también, así, como por arte de magia.
Ahora que la había conocido, no tenía miedo a nada. Era tan chispeante, tan llena de vida que lo contagiaba como nunca nadie lo había contagiado. Si llegaban a tener chicos, quería que fueran como ella, intrépidos y temerarios.
Se hicieron mil promesas, mil juramentos, se dieron todo, se contaron todo, vivieron todo.
Pero un día, un día correntoso, el despertó y ella ya no estaba ahí.
-y ¿qué pasó?
-y... yo soy una onda ¿viste? yo no me muevo mucho, siempre vuelvo a mi lugar al final, ya senté cabeza. Pero ella, ella no. Era tan eléctrica, movediza, incesante, nunca paraba de moverse. Ella era fluir de agua. Ahora debe estar por Rawson, o llegando al mar, no se. O tal vez es otra onda, la verdad no se, no se si se puede hacer eso.
lunes, 10 de septiembre de 2007
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